Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Nanodimensión y 'electrospinning'

None

Nanofibras elaboradas por 'electrospinning', frente a un cabello humano
electrospinning
LEITAT

REALMENTE ENANOS

Se le llama nanotecnología por la minúscula dimensión de sus componentes. El prefijo ‘nano’ se aplica a partículas de tamaño en torno a la millonésima parte del milímetro. Las propiedades de los compuestos químicos a esta escala son totalmente diferentes de las que presentan en el mundo macro, lo que abre interesantes caminos a la investigación en dimensión nano de productos industriales harto conocidos. En el sector textil, la nanotecnología se emplea en la extrusión del hilo –por ejemplo, incorporando partículas metálicas nanométricas para elaborar hilos conductores de la electricidad–, en el acabado –nanopartículas de plata, con propiedades antibacterianas, o de óxido de silicio en recubrimientos antiarrugas– y en el ‘electrospinning’.



El ‘electrospinning’ es la tecnología líder para elaborar filtros de aire capaces de retener micro y nanopartículas, algo de creciente interés desde el punto de vista de la seguridad industrial. Un polímero en disolución va goteando desde una aguja conectada con una fuente de alimentación de alto voltaje –30 kV, unas 135 veces el voltaje doméstico– a una placa conectada a tierra. Tras el electrificado de la disolución y la evaporación del disolvente, se genera un ‘tejido no-tejido’, cuyas nanofibras, en lugar de estar entrelazadas, se van depositando, unas sobre otras, bien al azar u orientadas a voluntad. De hecho, la versatilidad del ‘electrospinning’ consiste en las muchas variables con las que trabajar para conseguir fibras de distinta longitud y jugar con el entrecruzado y el tamaño del poro.