Tercer Milenio

Lecciones de ciencia en una gota de sangre

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Forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón estudian la morfología y trayectoria de salpicaduras de sangre
sangre
CARLOS MUñOZ

MAPA DE PLASMA

Hay manchas inocentes y manchas capaces de inculpar a un asesino. Como cualquier líquido, la sangre origina salpicaduras. Los forenses son capaces de interpretar este complicado mapa de plasma, en el que se ocultan las claves del delito. La amplia variedad de formas varía dependiendo de si procede de una vena o arteria, de la altura desde la que se proyecta y del plano desde el que cae. Así, por ejemplo, la sangre arterial tiene más capacidad de proyección que la venosa. Una gota de sangre que cae sobre un plano paralelo al suelo tendrá una morfología redondeada. Sin embargo, si cae sobre un plano inclinado, adoptará una forma alargada. En la actualidad, además de estas apreciaciones visuales, los forenses establecen procedimientos matemáticos para determinar la localización del foco sangrante en el lugar de los hechos. Gracias a estos cálculos, pueden averiguar dónde se encontraba la víctima con relación al agresor y al resto de los objetos encontrados. Además del estudio de la mancha individual, el conjunto de todas las manchas genera un patrón de proyección que permite averiguar la dinámica de la agresión e, incluso, determinar el tipo de objeto que ha producido las lesiones. Un análisis basado en la biología, las matemáticas y la física.