Las tres camisetas del concurso Enigmas moleculares tuvieron por destino Madrid, Barcelona y... Nueva York, a no ser por que este último ganador decidió regalársela a su sobrino zaragozano «a ver si se le mete un poco el gusanillo de la ciencia». A Luis Gracia le hubiera encantado pasarse por HERALDO a recoger su camiseta de Big Bang Ciencia, pero vive en Nueva York, donde trabaja en administración de sistemas de computación de alto rendimiento y realidad virtual en el Weill Cornell Medical College. Este zaragozano de 38 años es doctor en farmacia, especializado en biocomputación. Es seguidor de Tercer Milenio en Twitter y nuestro concurso le parece «divertido y divertido». «Tercer Milenio hace una muy buena labor de divulgación científica. No había nada parecido cuando yo crecí en Zaragoza y hacia falta», señala.

Las redes sociales, en este caso Facebook, también fueron la vía de participación en nuestro concurso para Daniel Sánchez de Alcázar, de la localidad de Las Matas (Madrid). Tiene 26 años y estudia Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid. La ciencia le interesa «porque se encarga de desvelar los secretos que encierra el universo y eso me crea cierta curiosidad».

Miguel Ángel Gómez completa la terna de ganadores del mes de septiembre. Nació en Tudela (Navarra) hace 45 años y actualmente reside en Granollers (Barcelona). Estudió Químicas en Zaragoza y es director de Exportación en una empresa fabricante de Luminarias. Los Enigmas moleculares le parecen muy interesantes, «ya que ofrecen la oportunidad de acercarte a la química desde un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados a verla, tanto en la universidad como en la vida diaria». Encuentra el premio «divertido, aunque el verdadero premio es resolver el enigma». En cuanto a Tercer Milenio, «lo he leído poco -en Barcelona no es fácil-, pero lo que he leído me ha gustado mucho. El trabajo de divulgación e información sobre avances y tendencias es muy acertado y el lenguaje, el adecuado para que el lector lo entienda fácilmente». No le costó mucho descubrir el enigma de agosto: «Introduje en Google varias de la palabras clave del enunciado y apareció rápidamente. Lo que sí me sorprendió fue el resultado».