Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El día en que la electricidad se volvió digital

Endesa tiene planes de instalar en Zaragoza los primeros medidores inteligentes, que suprimirán las visitas para leer el contador. Es el primer paso en una autopista al futuro: las redes inteligentes podrían transformar completamente la forma en la que pensamos y usamos la electricidad, de manera más acorde a las necesidades de un planeta -nos estamos enterando- de recursos limitados.

Las redes eléctricas del futuro
Las redes eléctricas del futuro

Piense en electricidad. ¿Qué se le ocurre? ¿Le viene la chispa a la cabeza? Resulta muy difícil poner una imagen a un concepto tan abstracto. Y, sin embargo, la sociedad moderna está absolutamente mediatizada por la electricidad y la energía. Puede que una buena parte de lo que le rodea mientras lee este artículo sea posible gracias a la luz y a la idea de Edison, que también inventó las redes de trasmisión que permite que la electricidad viaje desde lugares remotos para alumbrar el ordenador desde el que consulta on-line Tercer Milenio, la luz que le alumbra al leerlo en papel, la energía que le permite conectar la radio o la que llega al enchufe donde cargó su móvil hace un rato.


Pero esas redes de transmisión analógicas que inventó el gran ingeniero norteamericano y que se encuentran desplegadas en todos los países desarrollados del mundo tienen más de un siglo de existencia. Han hecho un gran trabajo, pero todo parece indicar que no son suficientes para afrontar el futuro. El mañana pasa por digitalizar la energía, y en eso consisten las llamadas redes inteligentes.


Definida de forma escueta como la unión de los mundos de Edison y Bill Gates, las redes inteligentes (‘smart grids’ en inglés) auguran una revolución en la que todos tendremos un mayor control de la electricidad, donde generaremos la que necesitamos, seremos capaces de comprársela al vecino o podremos vender la que no vayamos a usar.


¿Suena increíble, verdad? Venga con nosotros a colarse por una ventana del futuro. Utilice su imaginación para entrar en un ¿2030? ¿2040? donde los coches son eléctricos, el petróleo escasea y está en retirada mientras se han desarrollado sustitutos, la energía no se genera a miles de kilómetros, sino en comunidades locales, en el barrio del Actur, de Delicias o en San José. Cada uno de estos barrios tiene los paneles solares y los aerogeneradores necesarios para abastecer a su comunidad… las escuelas, los edificios públicos, los ayuntamientos, las bibliotecas de su zona son también autosuficientes. Incluso usted tiene paneles en casa que le proporcionan el agua caliente de la ducha o su vecino de dos calles más abajo cuenta con otros sistemas de microgeneración eléctrica.


¿Las ventajas? No hace falta que se las cuente: las fluctuaciones del barril de Brent nos dejan impávidos, el impacto del precio del petróleo en el aumento del resto de productos es una broma (más) de la economía del pasado, la seguridad energética está asegurada, lo que evita una importante fuente de conflictos geopolíticos (que se lo pregunten a los ucranianos cuando Rusia decidió cortarles el gas en lo más duro del invierno de hace un par de años), las emisiones de CO2 generadas por lo que consumimos son casi inexistentes y encima no perdemos energía en la trasmisión desde largas distancias.


Pero aún hay más… En un futuro así, todos los electrodomésticos serán -como no podría ser de otra forma- ‘inteligentes’: capaces de autorregularse automáticamente en función de los picos de electricidad. Resulta que todos salimos de trabajar a horas parecidas y nos ponemos a cenar y ver la televisión a la vez. Hay ciertas horas por la mañana y por la noche en las que usar la electricidad es mucho más caro. Su frigorífico decidirá inteligentemente y de forma independiente apagarse o bajar sus grados durante estos picos de actividad para que se pueda utilizar esa energía en otro lugar de la casa sin repercutir en la calidad de conservación de sus alimentos. De la misma forma, usted podrá programar de forma automática cargar su batería del coche a las 3 de la mañana, cuando la electricidad apenas cuesta nada, y, si no la necesita, volcarla a la red y venderla en la hora punta, ganando dinero.


Las redes inteligentes permitirán una comunicación de doble sentido donde los consumidores dejan de recibir simplemente lo que se les envía y eligen activamente cómo y de dónde quieren recibir, consumir y utilizar su luz.


MEDIDORES INTELIGENTES, ¿QUÉ SON?

Los medidores inteligentes son la versión digital de los antiguos contadores de la luz. Estarán conectados a la red eléctrica y comunicarán al sistema de forma automática cuánta luz ha consumido usted este mes: se acabaron las visitas para leer el contador.


Además permitirán conocer la energía que usted está utilizando en este segundo, cuánto le cuesta, y cuándo es más caro consumir electricidad. De forma que, si usted enciende la televisión o el ordenador, pueda ver en céntimos de euro cuánto le está costando.


En el futuro, estos sistemas facilitarán que controlemos nuestro gasto de luz o lo regulemos utilizando nuestro móvil o programas a través de Internet, en un mercado mucho más activo que el que existe ahora.


Endesa tiene planeado comenzar su instalación en España probablemente antes de final de año, comenzando por un barrio de Málaga, donde se pondrá en marcha un proyecto piloto. Zaragoza será otra de las primeras ciudades en España donde se instale el nuevo sistema, aunque los plazos están aún sin definir.


A PRUEBA

Mientras en Europa se preparan estrategias, en Estados Unidos se pasa a la práctica. La compañía Xcel Energy ha tomado la iniciativa con el proyecto Smartgrids City, en la ciudad estadounidense de Boulder, en Colorado. El proyecto, que se inició en 2008, pretende reemplazar la infraestructura eléctrica de la ciudad y equipar 50.000 hogares con medidores inteligentes. En la última etapa se contempla la integración de vehículos eléctricos, generación solar y eólica en la red. La visión de la ciudad inteligente pretende transformar el viento en luz o el carbón -de bajas emisiones, eso sí- en refrigeración, ofreciendo la posibilidad de controlar por completo todos los procesos de la cadena. En España, un barrio de la ciudad de Málaga será el primero en poner en marcha un programa piloto para una ciudad inteligente.


PARA SABER MÁS:

Smart City Project. Frequently asked questions.

El proyecto europeo a nivel estratégico.

Información del departamento de energía de Estados Unidos.