Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El satélite Sentinel 1B se resiste a volar al espacio

El cohete ruso Soyuz no ha podido despegar desde la base espacial de Kurú por tercer día consecutivo

La cofia o parte alta del cohete ruso Soyuz donde está alojado el Sentinel 1B se mantiene refrigerada y en condiciones medioambientales seguras.
La cofia o parte alta del cohete ruso Soyuz donde está alojado el Sentinel 1B se mantiene refrigerada y en condiciones medioambientales seguras.
ESA/Arianespace

La puesta en órbita a 686 kilómetros de altura del satélite europeo Sentinel 1B a bordo de un cohete ruso Soyuz se ha cancelado una vez más. Y ya van tres. Se trata de un sofisticado satélite de la más avanzada tecnología radar que existe hoy en día, cuyo máximo responsable en calidad de jefe de proyecto es el zaragozano Ramón Torres, natural de Pedrola. Este satélite proporcionará imágenes de la Tierra por radar al programa europeo de supervisión medioambiental europeo Copérnico.


Previsto el vuelo al espacio para las 23.02 hora peninsular de ayer domingo, un comunicado urgente de Arianespace, la compañía de servicios de lanzamiento que comercializa los lanzadores Soyuz desde la base espacial de Kurú ?en la Guayana francesa, al norte de Brasil?, indica que ha surgido una anomalía durante la cronología de lanzamiento que ha obligado a cortar la cuenta atrás.


El comunicado señala que “el vehículo de lanzamiento y sus cargas útiles se han colocado en el modo stand-by y están siendo mantenidos en condiciones de plena seguridad”.


Junto al satélite de Ramón Torres, de 2,1 toneladas, viajan otros cuatro ingenios espaciales: el satélite científico francés Microscope (303 kilos) y tres nano satélites fabricados por universitarios de las Universidad de Lieja (Bélgica), la Escuela Politécnica de Turín (Italia) y la Universidad de Aalborg (Noruega) de 3 kilos en total.


Lo peor es que la nota de Arianespace también subraya que “la nueva fecha de lanzamiento será anunciada tras conocer los resultados de un análisis inicial”.


El vuelo debía haber tenido lugar la noche del viernes, 22 de abril, a las 23.02 hora peninsular, pero vientos superiores a los 32 nudos, que variaban de sentido de forma rápida, obligaron a Arianespace a posponer el despegue.


Se trataba de evitar que un fallo en el despegue exigiera la destrucción del cohete, en cuyo caso los vientos reinantes arrastrarían los restos de las estructuras y los gases tóxicos hacia el interior del territorio de Guayana, haciendo peligrar las vidas y haciendas de sus lugareños.


El lanzamiento al espacio se retrasó exactamente 24 horas, dado que los pronósticos atmosféricos anunciaban una mejoría del tiempo para el sábado. Pero, de nuevo, la dirección y fuerza de los vientos obligaron a demorar el despegue otras 24 horas.


El domingo se inició correctamente la cuenta atrás, con el llenado de los depósitos de combustible líquido del Soyuz cinco horas antes del despegue, una operación crítica dada la peligrosidad de los gases que emanan.


Sin embargo, cuando la cronología de despegue estaba en sus momentos finales, se ha encendido una luz roja que ha obligado por tercera vez a detener el lanzamiento. En este caso se va a tener que efectuar un análisis exhaustivo de las causas que han producido la avería, y que impiden que el satélite europeo Sentinel 1B vuele al espacio.


Lamentablemente, los amigos, familiares y conocidos de Ramón Torres en Pedrola tendrán que esperar una nueva fecha para ver en streaming un nuevo éxito de su paisano. El Sentinel 1A, hermano gemelo del Sentinel 1B, fue enviado al espacio sin novedad el 3 de abril de 2014, también por un cohete ruso Soyuz.


Juan Pons, enviado espacial a la Guayana francesa.

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