Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El móvil ni se entera de que cambia de router

Las redes wifis se 'amontonan' en lugares públicos, en centros comerciales, aeropuertos y en numerosos edificios. Interfieren entre ellas y con otras muchas ondas. Wi-5 es un proyecto europeo que quiere proteger de interrupciones las conexiones móviles.

En entornos públicos las redes wifis interfieren entre ellas
En entornos públicos las redes wifis interfieren entre ellas
I3A

Todo esto sucede en menos de veinte milisegundos: estamos en un aeropuerto, hacemos videoconferencia con compañeros de trabajo, decenas de redes wifi surcan el espacio, constantemente se interfieren unas con otras, pero nuestro teléfono móvil mantiene la conexión porque, justo cuando el router pierde señal, lo detecta un controlador central con más routers a cargo y envía a otro una ráfaga de alertas para que busque rápidamente nuestro dispositivo y evite que la comunicación se corte.


Este supersónico intercambio de conexiones móviles entre varios routers 'compinchados' y gobernados por un único controlador es posible porque el sistema monitoriza la potencia de esas conexiones. Y los dispositivos cambian de puntos de acceso (que están en distintos canales) a una velocidad tal que mantienen intacta la comunicación; no le da tiempo a cortarse. Y  nuestro teléfono móvil ni se entera de este acelerado trasiego de señales.


“Es como ‘engañar’ al móvil para que piense que siempre está en el mismo punto de acceso”, dice Juan Luis de la Cruz Cuevas, autor de un trabajo de fin de carrera, cursada en la Universidad de Zaragoza, que propone un sistema de estas 

características para coordinar wifis y facilitar el acceso a internet. Su diseño recrea una situación ideal de comunicaciones ininterrumpidas que aún no existe.


“Es un proyecto -señala De la Cruz- cuyos resultados podrían implantarse, por ejemplo, en aeropuertos, centros comerciales y en todo tipo de lugares públicos”, donde las redes wifi registran infinidad de interferencias, de aviones, bluetooth, microondas... y las producidas entre ellas mismas. Este trabajo de Juan Luis de la

Cruz obtuvo matrícula de honor y, ahora, ha sido premiado por el Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicación.Parte del europeo Wi-5

De tal magnitud es la confusión de señales wifi que se pierden y comunicaciones móviles que se interrumpen, que la Unión Europea está financiando el proyecto Wi-5 de optimización de redes wifi, en el que participa el grupo Ceniteq del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) y al que se suma el trabajo realizado por De la Cruz.


Wi-5 pretende crear una arquitectura con una serie de soluciones integradas a problemas actuales de las redes inalámbricas.


A este egresado de la Universidad de Zaragoza, que justo hoy empieza a trabajar en el Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Cataluña, en Castelldefels (Barcelona), el proyecto europeo Wi-5 le ha dado la oportunidad de desarrollar su propuesta “en un escenario real. El sistema funciona de verdad, no son sólo simulaciones”.


Advierte también que ya hay algunas soluciones comerciales parecidas a la suya, pero destaca de ésta una ventaja: “Está creada con Linux y con filosofía Open Data”, cualquiera puede utilizarla con costes muy reducidos. “Además, el hardware es muy accesible".


De la Cruz se aventura con una cifra: “Cubrir, por ejemplo, un edificio con varios routers y el controlador costaría mil euros más la instalación”.


Una vez superada la barrera de los 0'020 segundos, De la Cruz trabajará en Barcelona en el proyecto Destello, concretamente en redes definidas por software, para dotarlas de más flexibilidad y mejorar la cobertura de internet. Asumirá el mantenimiento de un centro de procesado de datos con redes ópticas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión