Tercer Milenio
En colaboración con ITA
¿Paga usted en efectivo o con tarjeta?
Hubo un tiempo en que la gente pagaba en establecimientos y tiendas con dinero contante y sonante. Las tarjetas de pago no aparecieron hasta 1950. Y su popularización aún se demoraría dos décadas más, hasta la invención de la máquina validadora, que de inmediato pasó a ser imprescindible en los comercios.
La primera tarjeta bancaria de pago (que no de crédito) no vio la luz hasta 1846, cuando el banquero John Biggins introdujo la Charg-it, con la que el usuario podía efectuar el pago en el comercio y este remitía la factura al Biggink's bank. Solo era efectiva en unos pocos comercios dentro del área de influencia del banco y obligaba a tener cuenta en el mismo.
La primera tarjeta que gozó de cierta popularidad fue la Diners Club Card, introducida 1950. Ideada para facilitar la vida a viajantes y hombres de negocios, permitía pagar en un buen número de restaurantes y locales, de tal modo que, en apenas un año, contaba con unos 20.000 afiliados. También en 1951, el New York Franklin National Bank ponía en funcionamiento la primera tarjeta de crédito. Hasta que en 1959 American Express introdujo la tarjeta de plástico, estas se fabricaban en cartón o celuloide.
En 1966, el sistema de pago con tarjeta recibió un nuevo impulso en EE. UU. cuando distintas entidades bancarías decidieron agruparse para crear un sistema de crédito de ámbito nacional y ofrecer una tarjeta común. Surgen así las tarjetas Master Charge y Bank Americard (precursoras de Master Card y Visa respectivamente).
Sin embargo, aún quedaba la mitad del camino por recorrer. Las tarjetas todavía eran un sistema demasiado engorroso para los comerciantes debido a lo lento e inseguro que resultaba el proceso de validación, que, en esencia, consistía en cruzar el número de la tarjeta con una lista de números admitidos y no admitidos facilitada cada cierto tiempo por los bancos.
La solución llegó de la mano del ingeniero e inventor Ron Klein, que en1969 patentó su sistema validador de tarjetas: básicamente, una unidad o equipo en la que se tecleaba el número y conectada a una central de procesamiento que comprobaba la validez el mismo. Un invento que, además, coincidió en el tiempo con el desarrollo, por ingenieros de IBM, de la banda magnética, en la que estaban grabados los datos de la tarjeta. Lo que condujo a la inmediata evolución de los equipos validadores de tarjetas a modelos como el del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT), en el que bastaba con deslizar la parte superior para que a operación se hiciese efectiva.
Y entonces sí, a partir de la década de los setenta, las tarjetas de crédito se popularizaron hasta el extremo de que hoy en día es imposible concebir un mundo (y una cartera) sin ellas.
Con la colaboración del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt)