Implantan un nuevo chip en la retina a una persona ciega para probar su eficacia

El chip utiliza un novedoso método de anclaje que permite su extracción y posterior reemplazo por versiones más evolucionadas.

Tratamiento del contorno de ojos
Tratamiento del contorno de ojos

El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona ha implantado hoy, por primera vez en España, un nuevo chip de tercera generación en la retina de una persona ciega dentro de un ensayo clínico para probar la eficacia de este nuevo implante, desarrollado por la compañía Pixium Vision.


Según ha informado el director médico del IMO, Borja Corcóstegui, se trata de un tercera generación de chips, que se ha implantado a un paciente de 75 años que padece retinosis pigmentaria desde hace 30 años.


El paciente, que se ha sometido hoy a una cirugía de tres horas y media en la que se le ha colocado este dispositivo, cuya principal ventaja sobre modelos anteriores es su reversibilidad, se había quedado ciego a consecuencia de la retinosis.


Corcóstegui, que es el investigador principal en este centro de un ensayo clínico para probar la eficacia del nuevo chip de retina IRISII, ha destacado que la visión artificial "ofrece una esperanzadora alternativa a este y otros casos de distrofias de retina y ya representa una realidad, aunque estamos al principio del camino".


Según el oftalmólogo, la principal ventaja del IRISII respecto a modelos anteriores es su reversibilidad, gracias a un novedoso método de anclaje que permite su extracción y posterior reemplazo por versiones más evolucionadas, en las que, de hecho, ya están trabajando.


Además, al fijarse sobre la retina, se simplifica la intervención y se reduce el riesgo de complicaciones quirúrgicas.


Otra mejora que incorpora frente al primer modelo de IRIS es un mayor número de electrodos, pasando de 50 a 150, por lo que cabe esperar una definición superior de las imágenes proyectadas sobre la retina y captadas a través de una minicámara bioinspirada, que se instala en las gafas que completan el sistema.


Sin embargo, en opinión de Corcóstegui, "el gran salto en cuanto a resultados visuales vendrá de la mano de la próxima generación de estimuladores eléctricos de la retina, que prometen una mejora determinante en la calidad de vida de los pacientes".


El paciente, Francisco M., ha reconocido que es consciente de que tras la intervención no será capaz de ver imágenes, aunque, si todo va bien, espera poder llegar a percibir algunas sombras que le ayuden a reconocer si tiene objetos delante.


Por eso, su motivación a la hora de someterse a esta cirugía y probar el funcionamiento del IRISII es "experimentar algún beneficio pero, sobre todo, contribuir al progreso médico y científico".


Francisco M. ha explicado que, si sus nietos desarrollan la patología, porque la retinosis pigmentaria es hereditaria, confía en que su acción algún día "pueda ayudarles".


La experiencia de las personas a las que se coloca algún tipo de dispositivo de visión artificial, que deben pasar por un proceso de "reeducación visual" para aprender a ver de nuevo, es fundamental a fin de conocer su alcance.

Según Corcóstegui, el reto es "seguir incrementando la resolución de las imágenes y comprobar que los resultados del chip, una vez implantado, se mantienen a medio y largo plazo".


En paralelo al estudio multicéntrico europeo con el IRISII, del que IMO es el único centro español participante, Pixium Vision ya está trabajando en el siguiente modelo, PRIMA, que ha sido testado en ratones y pronto empezará a probarse en humanos.


El nuevo chip PRIMA está dotado de 400 electrodos en su primer prototipo, aunque aspira a alcanzar los 1.600 en versiones más evolucionadas, y su sistema de implante reducirá el tiempo quirúrgico a una hora y media, ubicándose bajo la retina -donde se encuentran los fotorreceptores- para emitir señales al cerebro de forma más biológica.


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