Alrededor de un millón de personas en España sufren arritmia cardíaca -la alteración del ritmo del corazón- una patología que produce más de 25.000 muertes al año y causa también la mitad de los ingresos en los hospitales.

Son cifras que han puesto sobre la mesa los representantes de la Alianza de la Arritmia, una organización que se ha presentado este jueves de manera oficial, en la que participan sociedades médicas y de pacientes y que tiene entre sus objetivos atender y representar las necesidades relacionadas con la patología.

En concreto, en la Alianza participan la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (Feasan) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

Su presidente y jefe de la sección de Arritmias de la SEC, Ángel Moya, ha explicado que la arritmia puede suponer "algo banal y sin importancia" pero también "cosas gravísimas" como la muerte súbita por lo que ha resaltado la importancia de que la población esté muy informada al respecto, objetivo que se ha fijado la Alianza.

"Muchos pacientes tienen falta de información no porque no se la den los médicos sino porque a veces es muy difícil darla ajustada a cada paciente", ha señalado Moya.

En el mismo sentido se ha pronunciado el vicepresidente segundo de la Alianza, el médico de familia Santiago Tranche, quien ha sostenido que la arritmia tiene un enfoque "dramático y llamativo" que produce la parada cardiorrespiratoria y que sufren más de 25.000 personas al año.

"En un porcentaje de éstos son arritmias, fibrilaciones ventriculares, fundamentalmente, y esas junto con otras agudas muy sintomáticas que pueden llevar riesgo vital tiene una atención muy inmediata por los profesionales", ha afirmado Tranche.

Además de la "imagen dramática", hay otra que es la arritmia sostenida, fundamentalmente la fibrilación auricular, que está relacionada con la edad y afecta a entre un 1 y 2 por ciento de los adultos.

Sobre este asunto, ha añadido que por encima de los 40 años, casi un 5% de la población, es decir, más de un millón de personas, tiene una fibrilación auricular, de las que 100.000 no están diagnosticadas.

Tranche ha indicado que muchos de los diagnósticos se hacen en Atención Primaria, por ejemplo, al tomar el pulso.

En el caso de la fibrilación auricular la importancia no es tanto la arritmia como los efectos adversos, fundamentalmente el ictus, ha comentado Tranche. No obstante, ha aclarado que no todas las arritmias tienen riesgo de ictus.

La arritmia también es la condición responsable del 50% de los ingresos hospitalarios, según la Alianza.

Los factores de riesgo que se asocian a un aumento del riesgo de aparición de arritmias son el infarto de miocardio previo, niveles anormales de potasio, la cardiopatía congénita, la insuficiencia cardíaca, el hipertiroidismo, el consumo de alcohol o tabaco, cafeína o drogas estimulantes, y algunos fármacos como los hipertensivos, antidepresivos y antipsicóticos.

En cuanto al tratamiento, dependerá del tipo de arritmia, de las causas y de las características del paciente, además, según la Alianza, es "muy importante" tratar los factores no cardíacos que las agravan.

Durante la presentación de la Alianza, el vicepresidente primero, Ricardo Barat, como representante de la Feasan, ha valorado la iniciativa ya que supone "un punto de inflexión" al trabajar conjuntamente profesionales y pacientes.

También ha coincidido en que hay "mucha desinformación" en torno a las arritmias, por eso ha destacado, entre otros, la importancia de conocer los síntomas para que los pacientes puedan identificarlos.

"Paciente bien informado, paciente capacitado", ha resaltado Barat. 

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