El doctor Ricardo Arregui, especialista en congelaciones, ha declarado este lunes que hasta que no transcurra la presente semana es difícil valorar el estado de las manos del montañero Íñigo Castiñeira, al que está tratando de varias congelaciones.

El escalador vasco viajó desde la capital de Nepal, Katmandú, a la Clínica MAZ de Zaragoza, donde le atiende Arregui desde el pasado 1 de mayo.

El neurocirujano ha señalado que Castiñeira se encuentra "en buen estado general y reaccionando positivamente al tratamiento, especialmente de la mano derecha", pero ha reiterado que habrá que esperar un tiempo para ver cómo evoluciona.

Sin embargo, el médico ha apuntado ya que hay partes que se podrán recuperar pero que otras no. Para Arregui se han producido un cúmulo de desgracias en el caso de Castiñeira ya que ha explicado que "primero tuvo unas congelaciones serias y luego no ha recibido un tratamiento adecuado".

A este respecto ha desvelado que tenía imágenes del estado de las manos del escalador del día 27 de abril "con congelaciones serias" y que en unas fotos cuatro días después habían "empeorado claramente".

Arregui entiende la situación porque cuando los médicos en Katmandú están rodeados de miles de muertos considera que es normal que den prioridad a los de peor estado de salud.

También ha apuntado que a Íñigo Castiñeira le hizo un primer tratamiento el médico Carlos Martínez, de la expedición BBVA de Carlos Soria, pero que luego bajó a Katmandú para seguir con él en el hospital y tuvo la desgracia que coincidió con el terremoto.

"Yo le he dicho que había tenido suerte porque al fin y al cabo ha sobrevivido a un terremoto con miles de muertos y heridos, que es el lado positivo, que no todo el mundo puede decir que está vivo", ha destacado.