El 20% de las asistencias médicas en los servicios de urgencias del Salud terminaron en ingresos hospitalarios en lo que llevamos de 2015, lo que supone un incremento del 7% respecto a años anteriores, ya que hasta 2014 la cifra era del 13%.

Así lo ha manifestado el consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván, en el transcurso de una interpelación planteada por el diputado del PSOE, Eduardo Alonso, en la sesión plenaria de las Cortes este viernes.

Ha expuesto que "la respuesta a la demanda sanitaria urgente ha adquirido una importante complejidad", no sólo desde el punto de vista sanitario, sino también porque el equivalente a la mitad de la población aragonesa va a urgencias una vez al año y unas 190.000 personas acuden tres veces por año.

Ha llamado la atención sobre fenómenos como el crecimiento progresivo de la frecuentación, la incidencia de las urgencias en la gestión de los ingresos, la actividad quirúrgica y el desplazamiento de la concentración de la demanda de la mañana a toda la jornada, lo que conlleva que "en ocasiones" los pacientes permanezcan en urgencias más tiempo del habitual. La estancia media es de 2,5 horas, cinco si después han de ingresar. Por todo ello, el Salud ha tomado medidas estructurales, que deben permitir una mayor coordinación hospitalaria y extrahospitalaria, ha continuado Oliván. 

Ha puntualizado que en los periodos de mayor incidencia de la gripe crece la demanda de atención urgente, a lo que el Departamento ha respondido con medidas como el refuerzo de la plantilla de facultativos con 70 profesionales más, la contratación de especialistas en medicina interna y la habilitación de camas de reserva en el Hospital 'San Juan de Dios', de Zaragoza.Falta de autocrítica

Eduardo Alonso ha echado en cara al consejero la falta de una "posición de autocrítica" tras hacerse público el informe del Justicia de Aragón sobre las urgencias, lamentando que "pasan olímpicamente". Ha mencionado algunas medidas recomendadas en el informe, como la mejora de los métodos de triaje y la implantación de historias clínicas electrónicas.

A su juicio, la gestión de las urgencias es "mala". Ha dicho que algunos colectivos como los inmigrantes, las mujeres maltratadas y los discapacitados no se ven "muy representados" en la praxis normal de urgencias. Ha pedido al consejero que retome la "sana costumbre" de publicar anualmente el índice de gestión por sectores porque "lo que se escribe y se publica ahí se queda".