La salud mental, una materia más delicada que nunca

Los aragoneses gozan de una más que aceptable salud mental y todos los indicadores sobre ansiedad y depresión otorgan valores de una incidencia por debajo de la media nacional.

Los datos de la Encuesta Nacional de Salud más reciente reflejan que, por lo general, los aragoneses gozan de una más que aceptable salud mental y todos los indicadores sobre ansiedad y depresión otorgan valores de una incidencia por debajo de la media nacional ?valga, como ejemplo, que el 89% considera estar libre de ambas, frente al 85% de media en toda España?.


Sin embargo, en consonancia con lo que también observan los médicos de cabecera, se observa un incremento en los casos de ansiedad y depresión, tal y como afirma el psiquiatra Javier García Campayo: "La salud mental de los aragoneses es similar a la del resto de los españoles y la crisis económica ha propiciado que la gente acuda más a las consultas, sobre todo, de su médico de familia y, algo menos, a salud mental".


Para este especialista, la crisis, por un lado, "ha reforzado la cohesión familiar (los casos de padres ayudando a sus hijos con sus pensiones son muy frecuentes y también los de padres ayudándose entre sí) y, sin embargo, también han aumentado las disputas familiares", tanto entre padres e hijos como en casos de parejas que no se pueden divorciar por motivos económicos. "A escala laboral, además, ha cundido el desánimo y la baja autoestima, debido a la situación de desempleo", apunta García Campayo.


La psicóloga Laura Cortés, que pertenece a la junta directiva del Colegio de Psicólogos de Aragón, considera que "en esencia no existen patologías nuevas", sino "una intensificación" en la gravedad de las algunas de ellas. "Durante los últimos años, hemos asistido a un aumento considerable de relaciones personales que han terminado en conflicto, ya sea en la pareja (aunque no terminen en divorcio, quizá por la crisis), con los hijos...", explica Cortés.


"Por un lado, la gente que acude a la consulta muestra un grado notable de irritación e incluso rabia y, por otro, rasgos de tristeza y desesperanza, característicos de la depresión", abunda esta psicóloga. Desde su colegio, además, advierten del creciente número de problemas de adolescentes y niños que, en algunos casos, se destapan con adicciones o conductas anoréxicas.


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