Ibercaja apuesta por el intercambio generacional con "Vivir y Compartir"

Manuel y Delia, una de las parejas participantes en el programa 'Ibercaja Vivir y Compartir'
Vivir y Compartir
GLORIA MORELLA

Según datos de 2010 del Instituto Nacional de Estadística, más de 50.000 ancianos viven solos en Aragón. Uno de los principales problemas que sufren es, precisamente, la soledad. A su vez, son muchos los jóvenes que cada año vienen a estudiar a nuestra Comunidad, buscando un alojamiento económico.


Conscientes de esta problemática, la Obra Social de Ibercaja y la Fundación Rey Ardid, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza, han puesto en marcha el programa ‘Vivir y Compartir’, el cual forma parte de la línea ‘Iniciativa Ayuda de Ibercaja’.


‘Ibercaja Vivir y Compartir’ es un intercambio solidario que permite la convivencia no lucrativa entre jóvenes y mayores. Este proyecto está basado en combinar lo mejor de las dos generaciones, de forma que exista un enriquecimiento personal, un intercambio de la experiencia acumulada de las personas mayores y la adaptación a las nuevas realidades sociales y culturales de los jóvenes.


Esta propuesta está dirigida a personas mayores que vivan preferentemente solas y a estudiantes, mayores de 18 años, que puedan disponer de una parte de su tiempo para compartir. Ambos se benefician de la convivencia: para los jóvenes es una alternativa de alojamiento económico, y cuentan con un ambiente tranquilo, idóneo para el estudio; a los mayores les aporta compañía y mayor seguridad, además de no implicar costes, ya que con lo abonado por el inquilino, sufragan los gastos extra ocasionados por este.


Los participantes en el programa adquieren una serie de compromisos para facilitar la convivencia, como horarios, normas de higiene y utilización de espacios comunes, así como el uso de tecnologías (teléfono e internet) y la habilitación de espacios y enseres necesarios para el estudiante.


En primera persona

Actualmente en Zaragoza conviven 14 parejas. Una de ellas es la formada por Delia y Manuel. Natural de Granada, Manuel se quedó en paro a mitad de año y optó por trasladarse a Zaragoza para estudiar un máster. Navegando por Internet descubrió el programa ‘Ibercaja Vivir y Compartir’, y no dudó en inscribirse. Tras superar con éxito las entrevistas personales, a principios de octubre se instaló en casa de Delia. Dos meses después, reconoce estar encantado con la experiencia por las ventajas que conlleva: «Además de que me resulta más económico y de que así no estoy solo, la convivencia es enriquecedora; te enseña a ser más solidario y respetuoso», afirma Manuel. Delia, de 81 años, que ya tenía experiencia compartiendo piso con un estudiante, confiesa estar muy contenta con la compañía del joven: «Me ayuda con las tareas de la casa, salimos a pasear... Mi familia también está muy contenta de que viva con Manuel», explica Delia.


Las solicitudes para formar parte de ‘Ibercaja Vivir y Compartir’ pueden presentarse a lo largo de todo el año. Los interesados deben hacerlo bien físicamente en: Fundación Rey Ardid (Guillén de Castro, 2-4, bajos, Zaragoza) o a través del correo electrónico: vivirycompartir@reyardid.org


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