Quiérete cuando ligues. Y cuando no, también.

Cuando decir 'no' se complica, tu autoestima depende de bailar con otros o crees que nadie te va a entender, tienes que hacer un viaje hacia ti mismo.

Para enamorar a alguien primero tienes que enamorarte a ti mismo.
Para enamorar a alguien primero tienes que enamorarte a ti mismo.
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Esto de ligar y no ligar a veces trae muchos quebraderos de cabeza y de corazón. Por eso el Cipaj ha peparado algunos consejos para llevar a cualquier parte.

1. Enamórate de ti mismo para poder enamorar a otros

¿Cómo? El primer paso: no hagas nada que ponga en peligro nuestra autoestima y bienestar personal. ¿Sencillo? Sabéis muy bien que luego la realidad no siempre es tan fácil, pero la autoestima no puede depender de cuánto ligas, de que esa persona que te gusta se fije en ti o de que una relación en la que estoy a gusto termine de repente. Tu autoestima depende de ti y de nadie más. Recuérdate a ti mismo cada día lo que vales y lo mucho que te quieres. Si ligas que sea porque te apetece encontrarte con esa persona, no porque lo necesitas para demostrar nada, ni porque toda la gente lo hace o porque todos tus amigos tienen pareja.

2. Baila tu propio baile

Respeta tus necesidades y tu ritmo sin compararte con nadie. Igual de válido que ligar es no ligar. O no hacerlo como lo hace el resto de la gente de alrededor. Puede ser que no encuentres a esa persona que te resultaría atractiva ahora, que estés a gusto tal y como estás y no te parezca el momento de estar con nadie más que contigo mismo, que prefieras disfrutar de otras cosas, que aún no hayas encontrado las estrategias que te funcionan... Hay un sinfín de motivos para no ligar y todos ellos son válidos. Cada persona tiene un estilo propio y un momento personal determinado.

3. Decir que 'no' es sano

Recuerda, eres tú quien decide en todo momento lo que quieres hacer y hasta dónde quieres llegar y es posible decir 'no' en cualquier momento de una relación. A veces nos vemos embarcados en algo que nos gustaba como idea (una aventura con una nueva pareja, un encuentro sexual, etc.) pero que luego deja de ser divertido y no sabemos cómo salir de esa situación o decir que ya no nos gusta. Da igual cómo lo digas, pero exprésalo y no te quedes con las ganas. Sobre todo, no hagas cosas que no te gusten o te hagan sentir mal. Por supuesto, a la vez debes hacer respetar tus límites también es necesario estar atento a los límites de la otra persona, para no sobrepasarlos.

4. No hagas nada de lo que te vayas a arrepentir

Como cantaba la gran Edith Piaf, ' Non, je ne regrette rien': no me arrepiento de nada. Debes decidir cuáles son tus propias líneas rojas y eres el último responsable de tu autocuidado: es hermoso y hasta sano correr ciertos riesgos, pero hay que distinguirlos de esos otros que no tienen ninguna gracia. Se puede disfrutar del verano, de las amistades, de los amores, del sexo y los encuentros eróticos, de la vida en general, sin poner en peligro nada de ello. Solo requiere conocerse bien uno mismo y un poquito de planificación (por ejemplo, si crees que podrías necesitarlos lleva condones en tu equipaje, no sea que luego sea mal momento para conseguirlos).

5. Tu vida no se parece a la de los anuncios y los videoclips. Y no debe: la tuya es real.

Ni los desayunos, ni las fiestas de la mayoría de la gente son como en los anuncios de crispis y cervezas. Ni los encuentros sexuales son siempre satisfactorios y explosivos como en las canciones y el cine. Para empezar, todos los anteriores jamás han sucedido en la realidad. No te decepciones, no pasa nada, la publicidad muestra un mundo ideal con cuerpos supuestamente perfectos y un modelo único de felicidad. Pero hay que ser más inteligente que eso  saber que un cuerpo es perfecto si se lleva bien con su dueño y viceversa. Olvídate de los cuerpos iguales, practica deporte porque es sano o porque te gusta, no para parecerte a nadie, porque

6. Y si estoy preparado, ¿dónde busco?

A veces lo anterior está claro pero no sabes dónde encontrar esa gente con la que establecer nuevas relaciones. Los bares son un recurso muy extendido, pero no siempre funciona bien. En cualquier caso, es importante que a la hora de conocer gente lo hagas en espacios en los que te encuentras cómodo y seguro. Un recurso útil es utilizar tus aficiones como excusa para ampliar tu círculo de conocidos y amistades. Tendrás la oportunidad ed conocer a personas con las que compartir buenos momentos y una cosa lleva a la otra y, ¿qué mejor modo de ligar que haciendo lo que más te gusta?

Así que ya sabes: muéstrate como eres, una persona real y estupenda a la que conocer y con quien compartir. y allá donde vayas nunca olvides llevar contigo un poco de amor propio, de respeto y de atención. Son los tres ingredientes de la base de la felicidad.

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