El consumo energético de Zaragoza se reduce un 10% en siete años y las emisiones de CO2 caen un 20%

Cuentan que hace treinta años, cuando los turistas se acercaban por carretera a Zaragoza, podía ver una boina de contaminación sobre la ciudad, consecuencia –esencialmente– de la polución de la industria. Desde entonces, los planes estratégicos para procurar una mejora en la calidad del aire parecen estar haciendo su trabajo y el Ayuntamiento informó ayer de que, por sexto año consecutivo, Zaragoza cumple con buena nota los niveles que marca la UE. Además, el consumo eléctrico de los zaragozanos ha caído un 10% en diez años y las emisiones directas de dióxido de carbono se han reducido en torno al 20%.

"Estamos satisfechos pero esto es una batalla permanente y tenemos que continuar vigilantes", explicaba ayer Javier Celma, director de la Agencia de Medioambiente y Sostenibilidad. Celma atribuía los buenos datos a la apuesta por las políticas de eficiencia energética y de movilidad sostenible, pero también admitía que la crisis ha contribuido a que, por ejemplo, los zaragozanos dejen más el coche en casa. "Es difícil de cuantificar el impacto de la crisis en el consumo energético, pero un complejo estudio del Circe señala que la reducción puede estar en torno al 7%. Además, hay que tener en cuenta que salen menos coches a la calle pero los que lo hacen son más viejos –el parque móvil está muy anticuado en estos momentos– y resultan más contaminantes".

Los informes de la Agencia de Sostenibilidad que ayer presentó la concejal delegada de Medioambiente, Teresa Artigas, son muy positivos para el Consistorio, si bien aún hay parámetros que preocupan a los técnicos. Por ejemplo, el de partículas en suspensión en el aire (de menos de 2,5 micras), que son las que más afectan a los alveolos pulmonares. No obstante, los niveles de dióxido de azufre (SO2), el dióxido de nitrógeno (NO2) o del ozono (O3) cumplen todos los preceptos comunitarios, están muy por debajo de los estándares que fija la UE y se acercan a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Javier Celma explicó ayer que, a pesar de la persistente ola de calor (con el sol como catalizador y que desestabiliza el ozono troposférico), Zaragoza aún mantiene el nivel de partículas en suspensión en "parámetros aceptables". Según explicó el jefe de Servicio, la leyenda de que el cierzo se lleva la contaminación es solo verdad a medias porque "los vientos disuelven los gases pero también traen un mayor volumen de partículas. Además, las habituales neblinas del valle del Ebro tampoco son inocuas".

Teresa Artigas señaló que, entre los datos positivos que arrojan los informes, destaca que "el consumo energético desde 2008 ha caído un 10,3%". Desciende el uso de combustibles líquidos como la gasolina y sube ligeramente el de gas licuado, sobre todo impulsado por el sector del taxi y los vehículos híbridos. También en el último año se han eliminado un 27% de las calefacciones que funcionan con gasóleo. El consumo de energía por habitante alcanza su valor mínimo desde 2005 con 0,85 tep (tonelada equivalente al petróleo) por habitante al año.

Artigas explicó que la intención del gobierno de Zaragoza en Común es ahondar en esta línea de trabajo, sobre todo, a través de las políticas de movilidad y urbanismo. Entre las primeras, Artigas puso de ejemplo el esfuerzo por sacar coches del centro de la ciudad, por extender la red de carril bici por toda la ciudad y por limitar la velocidad a 30 kilómetros/hora en más de 800 calles de la ciudad.

Entre las segundas, en lo relativo al urbanismo, la concejal de ZEC recalcó que su formación apuesta por la rehabilitación de viviendas en los barrios consolidados "para que sean energéticamente más eficientes".

También dijo que los edificios municipales deberían ser ejemplares en lo relativo a la eficiencia energética (con luces leds o paneles solares) y apuntó que, aunque el contrato de mantenimiento de más de 730 edificios del Consistorio se paralizó hace unas semanas, la intención es "volverlo a sacar a concurso cuanto antes con unos pliegos de condiciones mejorados".