Juan Francisco Ferrándiz, escritor y abogado: "Nos gusta viajar a otra época, pero con un anclaje actual"

El éxito de su primera novela llevó a este abogado alicantino (1971) a seguir escribiendo. Presentó en Zaragoza su segundo trabajo, ‘La llama de la sabiduría’.

Ferrándiz, fotografiado en el centro de Zaragoza.
Juan Francisco Ferrándiz, escritor y abogado: "Nos gusta viajar a otra época, pero con un anclaje actual"
Guillermo Mestre

?Usted sabe mucho de demandas. ¿Es muy demandante el mundo de la Literatura?

Oferta hay mucha, pero demanda cada vez menos. Se trabajan muchas más demandas judiciales...


El éxito de su primera novela, ¿le hizo perder el juicio?

¡No! Fue como un buen proceso judicial: empezar creyendo que tienes razón, defender tu tesis y esperar al veredicto del juez. No fue un salto a la fama ni un fenómeno editorial, pero...


El juez fue magnánimo...

Sí, el público lo apoyó y la editorial ha seguido apostando por mí. Y ahora lanzo otra novela.


El título, ‘Las horas oscuras’, ¿se lo sugirió la actualidad?

No, aunque hoy sigan siendo horas oscuras. De hecho, yo escribo para evadirme, porque estoy en el lado oscuro del derecho: el mercantil, concursos de acreedores...


Presenta ‘La llama de la sabiduría’. ¿A quién considera un sabio?

Quiero reivindicar a las mujeres sabias de las que apenas se sabe. Yo estudié Filosofía en BUP y no sabía que había mujeres pitagóricas. Ni que la mujer de Sócrates fue su maestra. Ni que hubiera un montón de maestras del sufismo.


Y ¿qué o quién encendió en usted la llama, la chispa de la escritura?

Prendió sola. Escribía en secreto. De recién casado, de madrugada, me iba al ordenador a escribir. Y mi mujer empezó a sospechar que me dedicaba a un tipo de actividad oculta. Al final me preguntó, con una mezcla de miedo y risa. Y le conté que estaba tratando de escribir una novela.


Escribe ahora de una joven que trata de ayudar a los más desfavorecidos en una época difícil. ¿Seguro que se ha inspirado en el siglo XV?

Sí. Aunque yo buscaba historia y me he encontrado casi actualidad. La trama discurre en Valencia y, en ese momento, el proyecto del Hospital General estuvo paralizado 30 años, pero sí se construían edificios ostentosos. Y el que llevaba las finanzas de la ciudad cometió varios desfalcos...


¿Por todas esas coincidencias tiene tanto éxito la novela histórica?

En parte sí, porque a todos nos gusta cuando leemos una novela histórica la parte romántica, viajar a otra época pero, si encontramos un anclaje con el mundo actual, aún nos engancha más.


De hecho, habla de una protagonista que sufre incomprensión e intolerancia...

Y la intolerancia es parecida a la actual. Hemos avanzado mucho en derechos de la mujer, pero el arquetipo patriarcal sigue casi igual. Nos falta reeducación interna.


Usted es abogado, ¿considera un delito que aún no pueda vivir de la literatura?

No sé si un delito, pero una frustración sí. Aquel que quiere hacer algo en la vida, siente que sería feliz así, y no lo puede lograr... Y si no lo logra por falta de talento ¡qué se le va a hacer! Pero si lo hay, que no sé si es mi caso, y el dinero se va por otros lados, frustra.


¿Por qué causas no le importa pleitear?

Sobre todo, cuando se aplasta aprovechando la ignorancia y muchas veces la buena fe de la gente. No me da coraje que se incumpla un contrato y se demande, pero sí cuando los grandes deciden demandar a cien. En ochenta casos habrá motivo, pero en veinte no.


¿Qué lee usted, además del código civil o el penal?

¡De todo! Desde ciencia ficción hasta costumbrismo, los clásicos o ensayo. ¡Y no sé si soy el único español que lee tesis doctorales! Y con las series me pasa igual: mi espectro es muy grande.


¿Sigue usted también ‘Juego de tronos’, como Pablo Iglesias?

Sí, pero sobre todo las novelas. Me enganché hace mucho. Me contaron que el autor se enfermó y el club de fans hizo una colecta para un seguro médico. No sé si era verdad, pero eso me llevó al primer libro. Me parece un enfoque distinto, el hecho de diluir el personaje protagonista en varios.