Raymond Carr, maestro de hispanistas, muere a los 96 años

El historiador y catedrático británico fue Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1999.

El decano de los hispanistas anglosajones, el historiador y catedrático británico Raymond Carr, falleció en la noche del domingo con 96 años, según confirmó en Barcelona ayer el también historiador británico Paul Preston en el acto de entrega de su archivo al monasterio de Poblet. Maestro de hispanistas, autor de ensayos legendarios como ‘España 1808-1975’, sus trabajos sobre la República y la Guerra Civil españolas se consideran como un modelo de investigación por el que mereció el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1999.


Referente primordial para el conocimiento de la historia de los dos últimos siglos de nuestro país, autor de algunos de los libros fundamentales para cualquier estudiante de Historia en las universidades españolas, Carr encarnó la síntesis de una intensísima relación científico-afectiva entre un británico y España. Una relación fraguada de modo singular en el Torremolinos de los años 50, donde Carr recaló por razones tan poco científicas como pasar al sol mediterráneo su luna de miel. Carr había nacido en la localidad británica de Bath el 11 de abril de 1919 y sus investigaciones, centradas en nuestro país desde el inicio de su carrera, le valieron las máximas distinciones oficiales del Reino Unido.


Licenciado en Historia y Doctor en Letras, compaginó en su larga carrera las actividades docentes con la investigación histórica sus trabajos sobre la España de los siglos XIX y XX que renovaron los estudios sobre la modernización contemporánea.


Según destacó en su día el también hispanista John Elliot, Carr "aportó una visión global a la historia de la España contemporánea que ayudó a ver la historia española dentro de su contexto europeo" y "contribuyó de manera decisiva a la mejor comprensión tanto de la guerra civil como de la transición a la democracia".


Entre sus obras destacan ‘España 1808-1939’, un clásico elogiado por su objetividad, ‘La República y la Guerra Civil en España’, ‘La internacionalización de la guerra civil española’ y ‘España, de la dictadura a la democracia’, escrita en colaboración con uno de sus discípulos, el historiador español Juan Pablo Fusi, y merecedora del Premio Espejo de ensayo en 1979.


Según el jurado que le concedió el premio Príncipe de Asturias, Carr, "aportó una visión global a la historia contemporánea" y "ayudó a ver la historia española dentro de su contexto europeo", al tiempo que contribuía "de manera destacada a la mejor comprensión tanto de la guerra civil como de la transición a la democracia" en nuestro país.