En la antesala del 23 de abril, anunciando el buen hacer de escritores, libreros, editores y bibliotecarios, llegan los Premios Búho. La Asociación Aragonesa de Amigos del Libro los entregó ayer en el auditorio de Caixaforum en un acto cargado de contenido, reflejo de la categoría de los premiados. Y es que no falta talento vinculado al libro en esta tierra, como destacó el presidente de la entidad organizadora, Eugenio Mateo.

"La cultura, sencillamente, no sería posible sin el trabajo de tantas personas que la enriquecen", dijo, y no hubo muchos más preámbulos. Directamente se pasó a reconocer a los protagonistas de esta edición. El traductor Francisco J. Uriz recibió del poeta Emilio Quintanilla el primer galardón por sus méritos humanos e intelectuales y por haber unido como nadie las literaturas nórdica e hispánica.

De Ramón Abad, director de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, se reconoció su trayectoria, que le ha llevado a las bibliotecas del Instituto Cervantes en Alcalá de Henares, Nueva York y Londres. Fue un tributo a la perseverancia y el amor a los libros.

A la periodista y escritora Carmen Bandrés le entregó el galardón José María Serrano, mientras que la cuarta distinción la recibió el ilustrador David Vela de manos del secretario de la Asociación de Amigos del Libro, José Ángel Monteagudo. En su intervención le dio las gracias por unir con maestría "arte y pensamiento".

El premio al Suplemento ‘Artes & Letras’ de HERALDO DE ARAGÓN lo recogió su coordinador, el periodista y escritor Antón Castro, quien habló de un proyecto coral donde "mucha gente ha encontrado vehículo de expresión, información y visibilidad". A Antón le dio un poco de reparo trocear el premio entre más de 250 colaboradores. En cualquier caso, los que siguen bien pueden representar a la totalidad. Asistieron al acto o se escucharon los nombres de José Luis Melero y Fernando Sanmartín; de los críticos de arte Alejandro Ratia y Desirée Orús, o de las libreras Julia Millán y Eva Cosculluela.

Castro también tuvo un recuerdo para Félix Romeo; se escucharon en unas cuantas ocasiones referencias a Juan Domínguez Lasierra, que le precedió en la coordinación del suplemento, y a Miguel Ángel Marín Uriol, y en nombre de los 500 artistas que han diseñado otras tantas portadas erigió en portavoz al pintor Natalio Bayo.

La guinda se puso con el galardón que recibió Fernando Gracia. Con él se reconoció el trabajo de ocho años al frente de la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro.