"¿Qué esperanzas hay?Todas. Eso es algo que nunca lo vamos a perder y menos cuando contamos con gente tan especializada que tiene unas capacidades bárbaras. Es lo mejor que tenemos en España y harán todo lo imposible por encontrar supervivientes". Son palabras del teniente general César Muro, jefe de la Unidad Militar de Emergencias, que invitan a la esperanza. Aunque pasada una semana de la catástrofe hallar víctimas con vida bajo los escombros es prácticamente un milagro –de hecho, el gobierno nepalí desde ayer ya no las busca–, el contingente aragonés desplazado a la zona afirma que "por concepto, siempre trabajamos con la hipótesis de que vamos a encontrar gente viva, aunque somos conscientes de que el valle de Langtang está devastado", explica el coronel Arribas, jefe del Servicio de Montaña de la Guardia Civil de Jaca.

La última cifra de fallecidos es de 6.841 y la de heridos de 14.087, pero se espera que aumente el número de víctimas cuando los equipos de rescate lleguen a las zonas más remotas afectadas por el seísmo de 7,8 grados en la escala de Richter que asoló hace siete días el país del Himalaya. No obstante, hay quienes piensan que en la parte alta del citado parque nacional de Langtang, los desprendimientos han podido ser menores y es posible que allí aún se encuentren supervivientes.

En esta zona se hallaban hasta siete españoles que, de momento, aún no han contactado con sus familiares. "En función de lo que encontremos tendremos que adaptar los procedimientos para localizar a los que están desaparecidos", explicaban ayer algunos militares antes de embarcar en el Boeing 707 que les iba a llevar hasta un escenario que imaginaban "dantesco".

La mayoría de los guardias civiles que han viajado conocen el Himalaya y uno de ellos participó también en el trágico rescate de los espeleólogos españoles que cayeron a un acantilado en Marruecos hace ahora un mes.