Nace 'Me-Mo Magazine' con el deseo de marcar tendencias en el periodismo

Se trata de una revista digital fundada por cinco fotorreporteros muy reconocidos:el zaragozano Diego Ibarra, Manu Brabo, José Colón, Guillem Valle y Fabio Bucciarelli.

Subsaharianos en la valla que separa Marruecos y Melilla.
Nace 'Me-Mo Magazine' con el deseo de marcar tendencias en el periodismo
José Colón

‘Me-Mo Magazine’ (Memoria en Movimiento) es un nuevo proyecto editorial de una cooperativa de fotógrafos comprometidos en el que se usa la tecnología para aunar fotoperiodismo de máxima calidad con las técnicas más modernas e innovadoras. La revista ‘Me-Mo Magazine’ (http://memomag.com/es) está integrada por el zaragozano y colaborador de ‘The New York Times’ Diego Ibarra (Zaragoza, 1982), por Manu Brabo (Gijón en 1981. Premio Pulitzer), José Colón (Sevilla, 1975), Guillen Valle (Barcelona, 1983. World Press Photo) y el italiano Fabio Bucciarelli (Turín, Italia, 1980. Premio Robert Capa Golden).


A este quinteto tan reconocido se le suma "un grupo de desarrolladores web y diseñadores gráficos italianos especializados en contenidos digitales llamados Libre. Juntos utilizan la fuerza de la tecnología digital para crear esta plataforma multimedia única e innovadora, que combina fotografía, video, texto, infografía y animación 3D con el fin de desarrollar y consolidar nuevas formas de hacer periodismo".


Se atenderá todo aquello que viole los Derechos Humanos, así como las injusticias, los grandes conflictos y sus ecos: el dolor, el éxodo, la violencia, el hambre, las guerras. El miedo es el tema central del primer número: "El miedo a la guerra, a la falta de libertad y educación, el temor a no salir adelante o no ser aceptado", desde Libia a Pakistán, Ucrania o España... La revista surgió, según explican sus fundadores, tras una exitosa campaña de micro mecenazgo a través de la plataforma Indiegogo: lograron reunir 22.058 euros, que hacen viable ‘Me-Mo Magazine’ durante un año. Matizan: "además estamos gestionando los ingresos generados por los suscriptores y publicidad y asociaciones con otras revistas".


Los fotorreporteros están muy preocupados ante la situación del periodismo actual, "mal pagado, precario, masificado", esclavo de la sobreinformación y la prisa, con tendencia a la frivolidad. "Asistimos al ninguneo del reportero y a la pérdida de la fe que el lector tenía depositada en la información. No hay dinero para invertir en historias. La sobreinformación y la consolidación de nuevos roles multitareas, alarmantemente mal remunerados, precariza aún más una profesión, que sólo ha querido ver en estos avances nuevas herramientas para la masificación de la información; para reducir tiempos, costes y personal. A cambio, obtenemos grandes dosis de velocidad, de superficialidad, de intrascendencia, de collages de teletipo, de insípido ‘fastfood’. La democratización de las tecnologías ha propiciado una avalancha de contenidos que satura todos los canales: hay demasiado ruido y muy poco margen para su asimilación, la reflexión y la crítica", señalan.


Ante este pesimismo casi apocalíptico en ocasiones, que también ha sido objeto de debate en el reciente Congreso de Periodismo Digital de Huesca, los responsables piensan que "la profesión respira, se hace fuerte y está más viva que nunca. Nuestro trabajo debe ser crítico consigo mismo, exigente y evolucionar. Adaptar su narrativa a las nuevas tecnologías y aprovechar las nuevas herramientas. Se debe buscar un discurso propio, atemporal, interactivo, crítico y aislarlo del ruido".


Es ahí, en la crisis y en la necesidad de metamorfosis, donde la apuesta de ‘Me-Mo’ halla un apasionante espacio de trabajo. "El fotógrafo en ‘Me-Mo Magazine’ elabora una obra de largo recorrido, con un discurso meditado, un mensaje, una reflexión. Se documenta, produce sus propias historias, lee, escribe, graba entrevistas, edita con mimo. Aspira a recuperar un cuidado trabajo de artesano", explica José Colón.


El equipo de ‘Me-Mo Magazine’ no se preocupa tanto por el periodismo del futuro como el del presente. Insisten sus fundadores: "Debemos ser críticos con nuestros discursos y ser capaces de generar preguntas en los lectores. Tenemos que hacer pensar, motivar, sorprender, emocionar y, sobre todo, respetar a los protagonistas de nuestras historias. Se debe romper con la figura del editor omnipresente".


La fotografía documental es el núcleo fundamental de la revista y se centra en proyectos a largo plazo y en la posibilidad de actualizarlos de forma continuada. A su vez, se comprarán reportajes fotográficos externos tanto a fotógrafos consagrados como emergentes y se organizará un concurso para talentos jóvenes. "Queremos dar la oportunidad a los que quieran publicar con nosotros y crear un concepto muy importante: la comunidad memo", señalan. Diego Ibarra resume: "‘Me-Mo Magazine’ no solo es una revista digital multimedia e interactiva, es una iniciativa que espera marcar tendencias. Es un paso necesario que se tenía que dar".