La barca hundida en Canelles carecía de permiso, seguro y flotadores y llevaba sobrepeso
La investigación de la Guardia Civil concluye con la imputación del conductor y propietario por un presunto homicidio imprudente.
Los hechos ocurrieron el 21 de febrero en el embalse de Canelles, en el término municipal de Viacamp. Ese día se realizó una cacería de jabalís en la zona conocida como de la Isla (una partida que cuando sube el nivel de este pantano del río Noguera-Ribagorzana solamente es accesible desde el agua), en la que participaron 72 cazadores. Para acceder a los puestos asignados fueron trasladados en barca.
La investigación determinó, según la Guardia Civil, que la embarcación estaba homologada para cuatro pasajeros, siendo ocupada en el momento del accidente por seis, entre ellos el fallecido y su esposa. Excedía el peso en más del 50% de la carga máxima autorizada contando con los efectos personales de los cazadores, y además se veía lastrada por el peso de un jabalí de unos 40 kilos que habían abatido.
El propietario y conductor de la embarcación tampoco contaba con la titulación necesaria para su manejo, y el seguro que tenía contratado no incluía la garantía de accidente de sus ocupantes. Por si fuera poco, no había elementos de seguridad y salvamento (flotadores o chalecos) y la habilitación de navegación que le había sido concedida era para uso particular. Sin embargo, no transportaba a los cazadores de forma altruista sino que cada uno abonó 5 euros por el viaje, por lo que, según los investigadores, "se había prestado un servicio público encubierto".
Según fuentes de la investigación, el dueño de la barca, vecino de un municipio de Barcelona, de 47 años, es pescador, una afición que practica en el embalse de Canellas, y la tenía para su uso personal, aunque le pidieron colaboración para realizar el traslado de los cazadores, un servicio por el que cobró. Solo había suscrito el seguro obligatorio de responsabilidad civil, pero la póliza no cubría daños a pasajeros.
Durante semanas se le buscó en el embalse sin resultado. En paralelo al rastreo, el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca comenzó una investigación para determinar las posibles causas del accidente. Las diligencias han sido entregadas en el juzgado número 1 de Barbastro. La búsqueda se retoma periódicamente por parte de los buzos de la Guardia Civil, Mossos dEsquadra, bomberos de la Ribagorza y personal de la Generalitat de Cataluña. La última vez, el jueves.