La Audiencia de Zaragoza juzgará el próximo día 23 de marzo a Álvaro S. L., un maltratador reincidente para el que la Fiscalía pedirá penas que suman más de 13 años de cárcel por agredir y violar a su expareja, con la que había cortado dos meses atrás. Según la acusación pública, el acusado se presentó en casa de la víctima y se empleó con enorme violencia, ya que además de abofetearla y apretarle el cuello hasta cortarle la respiración, abusó sexualmente de ella en varias ocasiones.

Los hechos se produjeron en torno a las cuatro de la tarde del 26 de marzo de 2014 en una vivienda del barrio de San José. El hombre llamó al timbre y la mujer, de 36 años, pensando que era su hermana, abrió la puerta. Nada más darse cuenta del error, intentó cerrarla, lo que le impidió el ahora acusado metiendo el brazo. Según la Fiscalía, tras acceder al piso, el agresor inició una discusión con su excompañera sentimental, a la que intentó besar mientras le reprochaba supuestas relaciones con otros hombres. Cuando esta le dijo que no volverían a estar juntos, el acusado le tapó la boca y la nariz con la mano y presionó hasta impedirle tomar aire. Después la soltó y le dio un primer bofetón.

La mujer intentó escapar de su agresor, pero este la siguió por la casa hasta darle alcance por el cuello. Acto seguido y con intención de satisfacer sus deseos sexuales, Álvaro S. L. le exigió que le practicara una felación. Y como su expareja se negó, continuó agrediéndola. Finalmente, sirviéndose de la fuerza y de las amenazas, el acusado doblegó la voluntad de la mujer y la violó en varias ocasiones.

Presa del miedo, la víctima consiguió aprovechar un descuido de su agresor para salir corriendo de la vivienda. Por fortuna, en el mismo edificio vivía una tía de la mujer en cuyo domicilio encontró refugio. Al día siguiente, ambas acudieron a comisaría para denunciar los hechos.

La acusación particular, que ejerce el letrado Javier Notivoli, pide también 13 años y 4 meses de cárcel para el procesado, sobre el que pesan ya dos condenas firmes por lesiones y malos tratos, una de 2007 y otra de 2010.

La defensa, a cargo de Elvira Fernández, propone la libre absolución de su cliente, ya que asegura que a la hora en que supuestamente se cometió la agresión este se encontraba en casa de un amigo, a más de una hora a pie del inmueble de la víctima.