El pasado miércoles se acabó el sufrimiento. El Mann Filter certificó en Madrid su continuidad en la Liga Femenina y el premio de poder disputar por tercer año consecutivo la máxima competición nacional del baloncesto femenino. De esta forma, llega a la última jornada con los deberes hechos y con la única intención de ofrecer una fiesta al público en el Eduardo Lastrada (19.00). El Gernika Bizkaia es otro rival asentado en la zona media de la tabla (13 victorias y 12 derrotas) que no se juega nada . En lo deportivo, el Mann Filter puede aspirar a acabar en la octava plaza, un reto que depende de que IDK Gipuzkoa, Zamarat y el Universitario Ferrol pierdan sus respectivos encuentros. Secundaria, en todo caso, este última meta. El conjunto de Víctor Lapeña, con mucho talento por explotar, ha logrado el objetivo principal de estar entre las mejores el próximo año y conseguir el octavo lugar en la clasificación es una intención más bien estética.

El Mann Filter encara el último encuentro, probablemente, en su pico de forma. Las de Lapeña han conseguido cuatro victorias seguidas en las últimas jornadas, en un esprín final maduro y efectivo que les ha conducido a la permanencia. El golpe final por la salvación llegó el pasado miércoles con la victoria ante el Rivas Ecópolis en Madrid, actual campeón de la Liga Femenina. Ese triunfo condenó al Campus Promete logroñés y al Al-Qázeres extremeño al descenso y dio el respiro definitivo al cuadro del Stadium Casablanca.

El choque de hoy también tiene el aliciente de ver si Kristine Vitola acaba entre las cinco jugadoras mejor valoradas de la competición. La ala-pívot letona se ha erigido como el pilar fundamental del equipo –ha promediado 13,3 puntos, 8,6 rebotes y 17,3 de valoración durante la temporada– y quién sabe si el devenir deportivo del club hubiera sido distinto de no haber estado lesionada durante los meses de noviembre y diciembre. Precisamente, se verá las caras hoy en la pintura con la segunda mejor jugadora de la liga, la norteamericana Tyrone Mosby, dominadora del apartado de anotación.

Este duelo es otro de los atractivos de un partido que, inevitablemente, trae aroma de cambio y de despedidas. La plantilla no será la misma que la del próximo año y Víctor Lapeña, que cumplió el cometido para el que fue traído en diciembre, no tiene claro su futuro. Desde el club intentan su renovación y el técnico aragonés no la descarta, aunque un proyecto de ACB podría resultar irrechazable. El porvenir se confeccionará a partir de la próxima semana. Antes, el Stadium acoge hoy la última función sobre la cancha.