Riada ordinaria, daños extraordinarios

Con menos caudal, el nivel del río sube más y, por tanto, las afecciones son mayores. Los vecinos se quejan de que considerar una avenida ordinaria les deja sin indemnizaciones, pero seguirán reclamándolas

Algunos de los daños en infraestructuras que provocó la última riada en los campos de Novillas.
Riada ordinaria, daños extraordinarios
S. Castro

El 60% de las fincas de Santiago Castro, agricultor de Novillas, quedaron arrasadas por la última riada del Ebro. Confía en que algo del trigo y cebada que acababa de nacer poco antes de inundarse se reponga, pero la mayor parte se perderá. Mucha de la tierra ya trabajada y preparada para sembrar alfalfa también ha quedado impracticable. Los campos aún tienen medio metro de agua y pasará al menos un mes hasta que puedan volver a trabajar en ellos. Y eso si no hay otra. Son los efectos de la riada. Una avenida que, aunque ordinaria por los metros cúbicos que registró (2.074 m3/s en Castejón), provocó daños extraordinarios.


"Está claro que el agua no va por el cauce y, sin embargo, no quieren limpiar. Y eso que saben que hay que hacerlo. En Novillas, esta riada hizo que el agua cogiera una anchura de cuatro kilómetros", explica Castro. En su caso, calcula que la última avenida le dejó unas 60 hectáreas afectadas de trigo, cebada, beza, alfalfa y coliflor. A eso hay que añadir los daños en infraestructuras de riego.


"Estamos esperando al perito", dice Castro, que detalla que la riada de 2013 le ocasionó daños por valor de 104.000 euros. Unos desperfectos que reclamaron de forma conjunta a través de la asociación de afectados creada ese año.

"Nosotros tenemos que tener las acequias limpias y no podemos ni arreglar los terraplenes que se dañaron en 2007. Si son dueños del río, tendrán que hacerse cargo de los desperfectos que ocasione", añade Castro. Según explica este vecino de Novillas, con los 2.000 metros cúbicos de esta riada se ha llegado a niveles como los de 2003, cuando bajaron 2.800 m3/s.


La última avenida se consideró ordinaria, aunque la cifra solo estaba ligeramente por debajo del umbral para calificarla de extraordinaria, que está establecido en 2.200 m3/s. El Gobierno de Aragón hará públicos hoy los datos de supeficie inundadas. La riada de hace dos años, similar a esta en cuanto a caudal, dejó 19.000 hectáreas afectadas, 8.300 de cultivo.


La reclamación de 2013 de los agricultores perjudicados está en tramitación administrativa. Según explica el abogado que representa a la asociación de afectados de Novillas, Juan Carlos Campo, estos pidieron unos 300.000 euros en total. "Tendrían que haberse resuelto ya, pero aún no ha sido así. Desde la Confederación nos han solicitado más documentación", comenta el letrado. También se presentó reclamación por los daños de la riada de 2014, cuya cantidad era muy similar a la del año anterior. La tramitación administrativa es el paso previo a interponer un contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón.


"Iremos hasta el Supremo si es necesario, pero vamos a seguir reclamando los daños a quien corresponda", puntualiza Castro, que también preside la asociación de afectados. "Cuando la riada se considera ordinaria, poco podemos hacer, pero no nos vamos a conformar", añade.


El alcalde de Novillas, José Ayesa, recordó ayer que hasta el sábado todos los damnificados pueden rellenar un impreso tipo para reclamar los daños en infraestructuras que provocó la última riada. "Nos lo enviaron desde la propia consejería. El problema es que se ha considerado ordinaria y así nuestras reclamaciones servirán de bien poco", añadió el socialista. Desde 2007 que fue extraordinaria, todas las avenidas han sido ordinarias. Sin embargo, el alcalde insiste en que cada vez con menos agua el nivel sube más y los daños son mayores. Y eso no se tiene en cuenta a la hora de considerar las crecidas como extraordinarias.