Tercer Milenio

En colaboración con ITA

La rentabilidad por dividendo se mantiene

La renta variable sigue en niveles muy interesantes pese a las últimas subidas en bolsa.

Imagen de la Bolsa de Madrid de esta semana, con el panel del Ibex.
La rentabilidad por dividendo se mantiene
Juan Carlos Hidalgo/Efe

El arranque de año en los mercados de renta variable ha sido explosivo. En dos meses el Eurostoxx 50 ha subido casi el 15%, el DAX alemán y el MIB italiano han superado el 16% y el Ibex español casi un 10%. ¿Cuáles son los factores que han propiciado un arranque tan positivo de las bolsas?


Sin lugar a dudas el factor que más ha podido influir es el Quantitative Easing (QE) anunciado por Mario Draghi a mediados de enero pasado. El anuncio de compra de activos de renta fija por importe de 60.000 millones de euros mensuales durante los próximos 18 meses está presionando al alza el precio de las acciones y llevando la rentabilidad de los bonos del tesoro de la zona euro a mínimos históricos. El nuevo escenario obliga a los inversores a asumir, en mayor o menor medida, riesgo en bolsa si quieren mejorar la muy baja rentabilidad que ofrece la renta fija.


Aunque se pueda pensar que las últimas subidas bursátiles han reducido las expectativas de rentabilidad por dividendo de las acciones, la bajada de los tipos de interés de la deuda pública ha sido mayor y sigue manteniendo el diferencial financiero de la renta variable en niveles muy interesantes.


El 3% en el Ibex

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En el caso español sabemos que cada vez que la rentabilidad por dividendo del Ibex 35 ha superado en un 3% la del bono a diez años, ha sido un buen momento para comprar renta variable. Actualmente el PER del mercado español es 13,7 veces beneficio y su inversa se sitúa en el 7,3%. Si a esta cifra le restamos el 1,3% de rentabilidad del bono a diez años, la prima de riesgo actual del mercado bursátil español es del 6%. La cifra es similar a la que la nuestra bolsa ofrecía en los veranos de 2012 y 2013, momentos en los que el Ibex respondió con importantes subidas.


Si el mismo ejercicio lo hacemos con el Eurostoxx 50 el diferencial que obtenemos es del 3%. Este nivel solo se alcanzó en los veranos de 2011 y 2012 cuando el índice cotizaba en los 2.200 puntos. Sin embargo, si el análisis lo hacemos con el S&P500 las opciones son menos interesantes, dado que la rentabilidad por dividendo que obtenemos es la misma que ofrece el bono a 10 años americano.


Resumiendo, a pesar de las recientes subidas de las bolsas, la rentabilidad por dividendo de las acciones europeas sigue siendo atractiva. La expectativa para la renta variable española es mucho más interesante. Si tenemos en cuenta que la política monetaria del BCE está llevando los tipos de interés de la deuda pública a mínimos históricos e incluso negativos en los plazos a tres y cinco años, es lógico que muchos ahorradores estén valorando asumir algo más de riesgo en sus carteras de inversión. La adquisición de títulos de renta variable cuya rentabilidad por dividendo supere en un 3% la ofrecida por los títulos de deuda pública a diez años es una opción interesante. Hay compañías españolas y europeas muy sólidas cuyo dividendo es suficientemente atractivo para afrontar con cierto margen de seguridad los períodos de volatilidad que siempre hay que tener en cuenta cuando se invierte en acciones.