El pueblo de Maella despide con dolor al joven fallecido en el accidente de tráfico

Las otras dos muchachas muertas en el mismo siniestro fueron enterradas en Batea (Tarragona) y los tres heridos siguen estables

El pueblo de Maella despide con dolor al joven fallecido en el accidente de tráfico
El pueblo de Maella despide con dolor al joven fallecido en el accidente de tráfico

Maella sigue conmocionada por la muerte de Sergio Tarragó Llop, el joven de 27 años que falleció en la madrugada del sábado en un accidente de tráfico que también se cobró la vida de dos jóvenes de 19 y 21 años, vecinas de la cercana localidad de Batea, ya en la provincia de Tarragona, y causó lesiones graves a otros tres amigos suyos, de edades similares.


La iglesia de Santa María de Maella se quedó pequeña en la mañana de ayer domingo para acoger a los centenares de amigos, vecinos y conocidos que quisieron dar el último adiós a Sergio Tarragó Llop y acompañar a su familia en el sepelio. El tanatorio había permanecido abierto durante toda la noche y casi todo el pueblo se había acercado a darle el pésame a sus padres, destrozados por la pérdida de su único hijo.


"Es una gran desgracia que personas jóvenes se vayan. Ha conmocionado al pueblo entero. Tardaremos mucho tiempo en poder recuperarnos", reiteraba ayer su alcalde, Jesús Zenón Gil.


A las nueve en punto de la mañana la comitiva fúnebre emprendía el camino hacia el templo donde se celebraría la misa funeral. En los escasos treinta metros que separan ambos edificios, el féretro fue transportado a hombros por su cuadrilla de amigos que no podía reprimir las lágrimas ante una muerte, todavía por asimilar.

"Creo que aún no he asumido la pérdida", manifestaban uno de ellos. En el mismo sentido se expresaban los que la noticia les había sorprendido fuera del municipio. "El lunes habíamos quedado para ir a ver juntos una película. No puedo creerlo", lamentaba otro. Todo eran caras de tristeza, lágrimas y rostros compungidos por el dolor de ver partir a una persona tan joven.


La homilía, oficiada por el párroco de Maella, Gustavo Mañez, estuvo cargada de muchos momentos de emoción. Los asistentes no pudieron reprimir las lágrimas cuando uno de sus amigos subió al altar para dedicarle unas emotivas palabras. "Era una persona muy selectiva con sus amistades, pero era muy amigo de sus amigos. Siempre te recordaremos, Sergio", expresó entre sollozos ante la mirada atenta de sus compañeros, que rompieron en llantos. El coro de Maella puso la nota musical a un funeral sencillo con el que se despidió al joven. Tras la misa, el pueblo entero se desplazó hasta el cementerio para darle el último adiós.


Las banderas del Ayuntamiento ondean desde la noche del sábado a media asta, ya que se decretaron tres días de luto por la muerte del maellano.


En Batea, por la tarde, se repitieron las mismas escenas en los funerales de Ingrid Grau y Ariadna Majó, celebrados en la iglesia de San Miguel. Las dos jóvenes fallecidas eran amigas desde la infancia y el pueblo estaba destrozado por su muerte.


Mientras, sus tres amigos permanecen hospitalizados en estado grave, aunque estables. Según informaron ayer fuentes del Gobierno de Aragón, dos de ellos continúan ingresados en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Miguel Servet, mientras que el tercero está en siendo atendido el hospital comarcal de Alcañiz. Los tres habían sido traslados a este último centro pero la gravedad de sus lesiones recomendó llevarlos a Zaragoza.