Carlos Núñez conquista el Olimpia

El gaitero gallego consiguió ayer una de las mejores entradas de la temporada en el teatro.

Carlos Núñez acompañado de su inseparable instrumento ayer durante la actuación
Carlos Núñez conquista el Olimpia
Rafael Gobantes

El inconfundible sonido celta de la música de Carlos Núñez inundó ayer el teatro Olimpia cuando pasaban unos minutos de las 20.30. Acompañado de Pancho Álvarez a la guitarra, Suso Núñez a la percusión y del violinista y bailarín canadiense de los Chieftains, Jon Pilatzke, arrancó las palmas del público ya desde la primera canción. De hecho, la animación fue tal ya desde la pieza inaugural, que hasta Pilatzke dejó por un momento su instrumento para bailar al más puro estilo Fred Astaire, haciendo las delicias de un repleto patio de butacas.


El Teatro Olimpia consiguió con la actuación del gaitero gallego una de las mejores entradas de la temporada, con más de 760 localidades vendidas, y ayer a última hora todavía eran muchos los que querían adquirir una entrada en taquilla, y encontraban libres simplemente algunos asientos en el último anfiteatro. El hecho de que la actuación se hubiera programado en lunes no fue obstáculo para atraer a la gente. "Era el único hueco que tenía en su gira, porque mañana mismo ya está en el Palau de la Música de Barcelona. Solo podía ser hoy y decidimos apostar por esta actuación, más siendo temporada navideña", explicó Rubén Moreno, de la fundación Anselmo Pie, y viendo el ritmo de entradas que él mismo se encargaba de cortar, la apuesta fue más que acertada.


"Es casi una obligación para mí pasar una vez cada año por Aragón", dijo Carlos Núñez en su primera reflexión al público oscense, en la que también tuvo unas bonitas palabras hacia el escenario en el que se encontraba. El artista es conocedor de la provincia, especialmente el Pirineo, donde ha actuado en varias ocasiones. Precisamente en una de sus participaciones en el Festival Internacional Castillo de Aínsa fue cuando Carmen Gracia conoció su característica música, y ayer no dudó en repetir la experiencia, acompañada de tres amigas, que decían ser también seguidoras del músico. "Hace como diez años que tuve oportunidad de verlo en Aínsa, pero desde entonces he seguido mucho su trabajo, y cuando anunciaron este concierto no lo pensé", decía la oscense Carmen García antes de la actuación.


También de una de sus visitas anteriores a la provincia surgió la relación de Carlos Núñez con el conjunto de Graus los Mosicaires y con otros artistas de la zona, como los grupos Gaiteros de la Ribagorza o Gaiters de la Tierra Plana, que durante la actuación irrumpieron en el patio de butacas para unirse al gallego en varias canciones.


Esta no fue la única sorpresa con la que contó el espectáculo, ya que también compartió escenario con Carlos Núñez el jotero oscense Roberto Ciria. Ambos mezclaron sus estilos con excelentes resultados.