​Elena Ferrante, huella y herida

La misteriosa escritora transalpina insiste en el amor, el dolor y la amistad.

Elena Ferrante, 'Las deudas del cuerpo'.
​Elena Ferrante, huella y herida

Volver a Elena Ferrante es volver siempre a la herida, pero a la herida con el mejor diseño, a aquella que no desperdicia la sangre ni se apoya en los efectos especiales. Volver a Ferrante es encontrar verdades de las que huimos en esa realidad que nos asiste y concierta nuestras citas cada día. Volver a Ferrante es sentarse cara a cara con la memoria, ese espejo retrovisor que jamás pierde el azogue.


El tiempo ha pasado desde que Lila y Lenú fantaseaban entre las sombras, ya no son aquellas niñas quemadas por la mano siempre helada de la miseria. Ahora son dos mujeres, pero dos mujeres que siguen sin saber vivir y que se ven obligadas a hacerlo por persona interpuesta. Lenú parece haber encontrado su lugar en el mundo gracias a las renuncias de Lila y esta es una activista política de las de pie en tierra y manos estropeadas por culpa del trabajo. Lenú es por fin escritora y por fin alguien la ama sin el ansia de esos primeros amores que devoran los cuerpos e inutilizan de por vida al resto de futuros amantes. O eso cree ella, porque como anticipa el título, las deudas del cuerpo han de pagarse más tarde o más temprano.


Lila se ha pasado la vida abriéndole puertas a Lenú y no le ha importado lo más mínimo ir perdiendo su propio oxígeno, porque su incondicional lealtad la convierte en un demonio obsesionado con su propia carne. Lila sabe que algunas nacen para ser fuertes y que si no hubiese sido por ella el futuro hubiera escupido contra Lenú hasta encapsularla dentro de un manto pegajoso que la hubiera dejado quieta antes de realizar esos movimientos que nos convierten en hombres.


En cambio Lenú es una ignorante emocional a la que le cuesta entender cada paso que da su amiga, sus manos agrietadas, su color macilento o ese nuevo rol de heroína política que Ferrante despliega de manera magistral en esta nueva entrega de su trilogía napolitana, y que ha perdido esa fantasía que una tarde de calor las unió para siempre en el patio de don Achile. Lenú se ha vuelto mezquina, caprichosa y hasta vengativa, se ha convertido en un ángel que ha perdido la capacidad de volar y ha perdido la perspectiva hasta sucumbir ante una egolatría rancia que la llevará en caer en el peor de los errores, la deslealtad.


Envueltas en los convulsos años de Las Brigadas rojas, de las sangrientas luchas sindicales, de los ajustes de cuentas y de una Italia presa aún de los excesos cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, Lila y Lenú se convertirán en dos desconocidas unidas por el sudor de un cuerpo que las convertirá en dos funambulistas con poca capacidad de éxito. El tibio cuerpo de Lenú arde, mientras el de Lila se llena de preguntas y siente el peso de los malos pasos de su amiga como si de dos hermanas gemelas se tratase. Impactante y dinámica, subversiva y a ratos agónica, ‘Las deudas del cuerpo’ es otra novela imprescindible del universo Ferrante.