Acusan a una octogenaria de apropiarse de 90.000 euros del viudo con el que convivía

La pareja se conoció en 1997, cuando sus respectivos consortes ya habían fallecido. La mujer extrajo el dinero tras sufrir él un ictus

María Luz I. E
Acusan a una octogenaria de apropiarse de 90.000 euros del viudo con el que convivía
Asier Alcorta

Una mujer de 80 años fue juzgada ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza por un presunto delito de apropiación indebida por el que el fiscal le pide tres años de cárcel. La acusación particular, ejercida por el hijo de su pareja, eleva la pena considerablemente ya que además de la apropiación indebida, por la que solicita cinco años de prisión, le acusa de un delito de falso testimonio y otro de desobediencia grave y reclama dos años y tres meses más de cárcel, así como el pago de 142.680 euros en concepto de responsabilidad civil.


María Luz I. E. declaró ante el tribunal que conoció a Luis S. I. en 1997, cuando ambos ya habían enviudado de sus respectivas parejas, y entablaron una relación estable. "No nos casamos porque si no habríamos perdido nuestras pensiones, pero a todos los efectos éramos como un matrimonio", explicó a los magistrados.


En 2007, Luis S. I. decidió vender un piso y entregó la mitad del dinero (114.000 euros) a su único hijo, que nunca vio con buenos ojos la nueva relación de su padre. Según la acusada, la venta se produjo porque el hombre tenía deudas de juego que pagar y acordaron irse a vivir a un piso de alquiler, residencia que alternaba con estancias periódicas en Ólvega (Soria), donde Luis S. I. tenía el usufructo de otra casa, que también había dejado a su hijo.


Los 114.000 euros que obtuvo Luis S. I. del piso los ingresó en una cuenta de titularidad conjunta con María Luz I. E. "Él quería que yo hiciera y deshiciera, porque ya le había dado un ictus", relató.

Esto ocurrió en marzo de 2007 y en noviembre de ese año repitió el ictus y el hombre perdió el habla y la movilidad. A partir de ese momento y en muy pocos días, la mujer extrajo de la cuenta común 60.000 euros que depositó en una caja de seguridad, y 30.000 que ingresó en una cuenta en la que estaba solo ella, dinero que luego traspasó a la hija con la que actualmente convive. "El dinero lo saqué para pagar deudas y gastos que tenía Luis", aseguró, aunque no pudo aportar justificación alguna.


Para el fiscal y la acusación particular, ejercida por Noé Gabás, no hay duda de que la acusada se quedó con un dinero que no era suyo. Para su letrada defensora, Cristina Remón, no es así y, además, en el caso de que hubiera una apropiación, habría prescrito puesto que la denuncia se interpuso en 2014.