Microsoft lanzó el pasado sábado un nuevo aviso a los usuarios que todavía tienen Windows XP en sus ordenadores: “Le quedan 800 días, a partir de entonces dejaremos de dar soporte”. Sin soporte, el sistema dejará de recibir actualizaciones (entre los que se incluyen los parches de seguridad) por lo que puede dejar de ser seguro utilizarlo.

No son pocos los usuarios que no han migrado sus ordenadores personales a una nueva verisón de este popular sistema operativo (SO), estudios recientes aseguran que un 47% de los equipos utilizan todavía la versión que vio la luz hace 10 años.

Tal vez la principal razón por la que la mayoría de usuarios no se han actualizado sea el estrepitoso fracaso de Windows Vista, un SO que salío a la venta en 2006, no gustó a los usuarios y obligó a muchos a volver a los cálidos brazos de su XP de toda la vida, por problemas de rendimiento y falta de compatibilidad.

Aunque con Windows 7 Microsoft trató de lavar su imagen ofreciendo un producto mucho más estable y con un notable cambio de cara en su interfaz, millones de usuarios en todo el mundo han rehusado a dar el salto y mantinen en sus ordenadores el software de 2001. El elevado precio de este SO, 175 euros en su versión más económica, tampo ha ayudado a su difusión.

A lo largo de 2012 se prevé que Windows 8 vea la luz. Esta nueva versión del sistema operativo está enfocada a dispositivos táctiles, como las ‘tablets’ y también llevará incorporada una tienda de aplicaciones. Adelantándose a su lanzamiento, Microsoft ha anunciado este nuevo ultimatum para los usuarios de viejo XP para animarles a dar el salto a una nueva versión.