El P8 de Huawei llama la atención. En primer lugar, por un perfil de tan solo 6,4 mm, más fino que el Z5 de Sony (7,3), el iPhone 6 Plus (7,1) o que incluso el delgadísimo S6 de Samsung (6,8). A lo enjuto de su línea se suma su acabado metálico de una sola pieza que termina por darle una sensación ‘premium’ digna de cualquier gama alta. Sus líneas son rectas, diseño calcado al Xperia de Sony, lo que le resta ergonomía y lo hace incómodo en el agarre. En el lateral encontramos el botón de desbloqueo, a la altura perfecta para el pulgar, y dos bandejas para tarjetas SIM o para una SIM y una MicroSD de hasta 128 GB que amplíe sus escasos 16 GB.

El P8 también es un teléfono potente. El procesador de 4 núcleos, marca de la casa, va acompañado de 3 GB de RAM. En el día a día es un teléfono muy fluido sin apenas cuelgues o retrasos: cuando le das una orden, la cumple. En los test de rendimiento obtiene buena puntuación, aunque solo consigue algo más de la mitad de puntos que un gama alta como el S6 Edge, pero el usuario medio apenas notará la diferencia.

La batería del P8 no sorprende por sus cifras: 2680 mAh (inferior a otros teléfonos que superan los 3000) y puede llegar a asustar en los primeros días de uso más intenso y en los que sus ciclos de carga no se han estabilizado. Pero con el paso del tiempo y un uso normal del terminal, llegará al final del día con un amplio margen de ‘combustible’. Huawei ha hecho los deberes con el ‘software’ y el P8 gestiona bien sus reservas, además, cuando el teléfono detecta que tiene poca batería activa un modo de bajo consumo que puede durar horas.

Cámara y sistema operativo

La cámara de 13 megapíxeles no puede competir con las de un Samsung S6 o un Xperia Z5, pero hace unas fotografías buenas, incluso con poca luz. Cuenta con estabilizador óptico, autofocus, doble flash LED y HDR. Además, es capaz de grabar vídeo en calidad UHD. Huawei no se ha olvidado de los selfis y cuenta con una frontal de 8 MPx –superior a sus competidores– y ha incluido un recuadro en la pantalla que muestra una ampliación de la cara del usuario para asegurarse de salir guapo antes de disparar.

El software del P8 (Emui) es una copia del iOS del iPhone ejecutada sobre Android de Google. Sin cajón de aplicaciones, todas las ‘apps’ se muestran en la pantalla principal. Además, Emui incluye ‘apps’ propias de cámara, correo, calendario... y características curiosas como las capturas de pantalla golpeando con los nudillos o reconocimiento de voz para encontrar el móvil si lo hemos perdido con solo llamarlo.

Carencias

Para ser una gama alta con todas las letras al P8 le falta una cámara mejor, sobre todo en fotos nocturnas, una pantalla con resolución QHD, lector de huellas dactilares y carga rápida de la batería.

El P8 sorprende también por su precio. Los móviles con acabado y especificaciones similares suelen superar los 500 euros, pero este terminal ronda los 350.