Primero fueron aparejadores; después, arquitectos técnicos; y, ahora, ingenieros de Edificación. José Luis Peralta, José Ángel Pérez Benedicto y Alfonso Pérez Cebrián, a pesar de sus años de experiencia y su amplia trayectoria profesional, han querido anticiparse a los cambios y ya tienen el recién estrenado título, una de las novedades del Plan Bolonia.

A pesar de que en la Escuela Universitaria Politécnica de La Almunia todavía no se puede obtener este título (habrá que esperar al curso 2010-2011), tres profesionales -y además profesores de este centro- ya han realizado las asignaturas necesarias para optar al grado en la Universidad Europea de Madrid. Estos tres arquitectos técnicos decidieron volver a las aulas -ésta vez como alumnos- porque "hay que reciclarse constantemente", afirma Peralta. Ellos, sin embargo, no empiezan de cero, ya que les han convalidado la mayoría de las asignaturas; así que, con solo un semestre, han conseguido el título.

Los cambios educativos que introduce el Plan Bolonia provocan dudas e inquietud entre estudiantes y docentes. Para José Luis Peralta, "hay mucha incertidumbre" a la hora de iniciar los estudios de Arquitectura Técnica. No en vano, cuando se implante este grado, convivirán durante tres años con los estudios de ingeniería de Edificación. Este profesor de Edificación, sin embargo, resta importancia: "No pasa absolutamente nada. Tendrán dos posibilidades: acabar Arquitectura Técnica o integrarse en la nueva titulación". En todo caso, las atribuciones profesionales "serán las mismas".

Y esto es lo que intenta trasladar a los futuros ingenieros de Edificación. "Hay que conseguir potenciar los estudios" porque "la crisis en la construcción ha repercutido también en un descenso en las matriculaciones". A menor trabajo, menos titulados. En 1998 se matricularon 3.303 alumnos en La Almunia; el curso pasado, 2.182.

Una tendencia que estos tres profesionales quieren cambiar. "La Universidad de Zaragoza ha apostado porque La Almunia sea el Campus de la Construcción" en línea directa con el mundo empresarial. Peralta, Pérez Benedicto y Pérez Cebrián son buena muestra de ello. Todos compatibilizan su trabajo con la actividad docente.

Peralta defiende las bondades del Plan Bolonia. "Nos cambia el concepto tanto a los profesores como a los alumnos, porque es otra forma de enseñar y de aprender". De esta manera, "hay más tutorías, menos lecciones magistrales y más contacto con el alumno. Es una evaluación más continua". "Se acabó eso de jugártelo todo en un examen. Ahora la asistencia a clase estará más valorada", destaca. Peralta hace hincapié en el departamento de I+D que existe y que trabaja con proyectos de investigación reales. "Los sistemas de navegación que llevan gran parte de los barcos de la Copa América están diseñados en La Almunia". También se ha trabajado en el coche de hidrógeno, en el tema aeroespacial e incluso en el control de calidad del acelerador de partículas de Bruselas.