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Paseo por Irlanda con acento maño

Javier Esteras cambió Zaragoza por Dublín. Y, ahora, enseña la ciudad irlandesa a los turistas españoles.

Javier, la pasada Navidad, en el Bull McCabes (Zaragoza). Como si fuera Irlanda. Solo que, a mediodía, entraba mejor el té que una pinta.
Paseo por Irlanda con acento maño
CARLOS MONCÍN

Quién le iba a decir a este Willy Fog que, de viajante, acabaría como guía de viajeros. Porque, de todo su periplo, solo tiene claros dos puntos: la partida fue Zaragoza y el destino final, Dublín. Javier Esteras siempre estudió en la capital aragonesa. Pero fue irse a Francia de Erasmus y, después, llegarían unas prácticas en Canadá, luego Viena, viajes por Japón y Australia... Vamos, que 'Aragoneses por el mundo' podía haber hecho un especial con él. Hasta llegar a Irlanda. "Fui hace ocho años por trabajo y por aprender idiomas. Y ya no me he movido", cuenta. Aunque a punto estuvo de hacerlo. La crisis también llegó a Irlanda; el 'Tigre celta', cómo se conocía a su boyante economía, expiró y, el año pasado, Javier pensó en regresar.


Debió de ser poco el pienso, porque una llamada de una amiga le convenció y se decidió a montar una empresa, en el peor momento, de la nada. Y así surgió 'Dublín en español'. "Empezó como una idea descabellada y con riesgo -reconoce-. Pero ahí estamos". Ahí quiere decir enseñando a los españoles los secretos de la verde Erín. "O sea que, en vez de volver, me los llevo yo allí", cuenta.


Y es que los españoles son asiduos al país. Tanto, que los amigos irlandeses de Javier le dicen que, en especial en verano, el español es la lengua oficial. "Además, nos reciben muy bien. Creo que por el catolicismo y, sobre todo, porque no tenemos problemas en socializar en los pubs tomándonos una pinta", considera.


En esta buena relación, encontró Javier un punto débil: las rutas se realizan todas en inglés. Así que decidieron acabar con eso e iniciar un sistema de guías turísticas exclusivamente en español. De momento, enseñan Belfast y Dublín y alrededores, pero preparan una tercera base en Galway y estarán en la próxima edición de Fitur, aunque Javier reconozca que, "para una empresa tan pequeña, supone mucho esfuerzo". "Además -matiza-, les contamos lo que un irlandés nunca haría". Por ejemplo, dónde van, rutas por los pubs o lo que comen?. "aunque sean más famosos por lo que beben", bromea.


Sus explicaciones presentan también otra particularidad. "Les hablamos del país con acento maño", asegura Javier, quien, en más de una ocasión, ha dicho a sus clientes: "Yo no os puedo cantar 'Molly Malone', pero si queréis una jota?". Entre sus usuarios, ha tenido de todo: escolares, empresas y, atención, hasta un servicio de 'babysitters' de padres. "En Irlanda hay muchos estudiantes. Y cuando vienen sus padres a verlos, somos como sus cuidadores", explica con humor.


Lo de Javier ya es deformación profesional, porque cuando viene a Zaragoza, como en la pasada Navidad, es asiduo de los bares irlandeses. Y luego, cuando está lejos, echa de menos las tascas y el tapeo. "Después de cinco pintas, un pincho de tortilla no sobra".