HERALDO ABIERTO

Los 'okupas' ocupan la cárcel

Los jóvenes recién desalojados del colegio Lestonnac, en Torrero, en Zaragoza, han ocupado ahora un símbolo de ese mismo barrio: lo que queda de la antigua cárcel de la capital aragonesa. Quieren hacer un centro social y cuentan con el apoyo de las asociaciones de vecinos.

Fachada del edificio, en la avenida de América.
Los 'okupas' ocupan la cárcel
P. F.

Un desalojo, otra ocupación" es el lema del movimiento 'okupa'. Tras ser desalojados del Centro Social Okupado La Vieja Escuela (en el antiguo colegio Lestonnac) el pasado día 18, un grupo de unas 30 o 40 personas ha entrado ahora en un símbolo del barrio de Torrero y de la ciudad. Los 'okupas' han ocupado la cárcel. O lo que queda de ella: el edificio de oficinas, un inmueble neomudéjar protegido, abandonado desde hace más de cinco años y donde está previsto que el Ayuntamiento construya un centro cultural.


"Queremos recuperar este edificio, que estaba en un estado desastroso, y utilizarlo para el barrio. Hemos decidido que se llamará Centro Social Okupado Quique Mur, en homenaje al insumiso muerto en la cárcel (en 1997) y como homenaje a todos los represaliados", explica uno de los usuarios del centro. Los jóvenes ocuparon el edificio hace una semana y ahora están haciendo labores de limpieza. Este próximo fin de semana quieren abrir las puertas para los vecinos del barrio.


"Queremos dar vida a un espacio que era un criadero de ratas. Dentro nos hemos encontrado techos hundidos, ventanas rotas, animales muertos, restos de hogueras, basura. Vamos a limpiarlo y repararlo, aunque sabemos que es efímero. No sabemos cuánto tiempo nos permitirán estar aquí", afirma este joven. "Este sitio, además, tiene mucha carga simbólica", subraya otra usuaria.


La cárcel de Torrero se demolió en 2005 y solo se salvó de la piqueta el edificio neomudéjar de la entrada. En los suelos de la antigua prisión (inaugurada en 1928), se han construido viviendas y un aparcamiento subterráneo. Otro proyecto era rehabilitar el edificio de la entrada y convertirlo en un centro cultural. El Ayuntamiento llegó a consultar a las asociaciones de vecinos del barrio para diseñar este espacio, pero el proyecto está parado y el edificio permanece abandonado desde hace cinco años.


"Aunque puntualmente haya gente que se quede por la noche, esto no es una vivienda. Pretendemos que sea un centro social, con actividades culturales y formativas. Queremos generar alternativas y reivindicar un uso para los edificios abandonados. Se gastan dinero en seguridad privada para que no entre nadie, como en el colegio Lestonnac, y no en arreglarlos", comenta el joven.


Los 'okupas' rechazan que sean un colectivo cerrado. El fin de semana pasado, la cárcel acogió la organización del Hackmeeting, unas jornadas sobre activismo en la red y nuevas tecnologías, a las que asistieron 300 personas. Y para este fin de semana, quieren organizar unas jornadas de puertas abiertas para dar a conocer este centro a los vecinos del barrio. Además, planean continuar aquí con las actividades que ya realizaban en el centro de La Vieja Escuela: clases de inglés, refuerzo escolar, charlas (ya ha habido una de un antiguo insumiso y planean otra próximamente sobre la historia de la cárcel de Torrero), conciertos, proyección de documentales?


Apoyo vecinal


Las principales asociaciones de vecinos del barrio de Torrero apoyan a este grupo de jóvenes que ha ocupado la cárcel y piden que no se les vuelva a desalojar. "Nos parece perfecto que desarrollen las actividades que venían haciendo en La Vieja Escuela. La Administración incumple su compromiso de hacer ahí un centro cultural y ellos ofrecen una alternativa", afirma Ricardo Álvarez, portavoz de la asociación de vecinos de Torrero y profesor universitario. "Entendemos que pueda haber problemas en la ocupación de un edificio privado contra la voluntad de sus propietarios, pero en este caso se trata de un edificio público abandonado. Evidentemente, les apoyamos", subraya Ricardo.


"La cárcel es un edificio abandonado por la Administración. Debería ser un centro cultural para beneficio del barrio, como se aprobó. Las asociaciones de vecinos propusimos ideas pero no se ha dado ningún paso. Apoyamos a estos chavales que hacen actividades de carácter social, abiertas a todo el mundo. Y esperamos que no se repita un desalojo", afirma Chema Gregorio, de la asociación de vecinos de La Paz.


"La ocupación es una manera de expresar su descontento. Es la generación más preparada de la historia de España y un 40% de la juventud está en el paro o tiene empleos precarios", añade.