SEMANA SANTA

El sol brinda una nueva oportunidad

El sol brinda una nueva oportunidad a la cofradía de Jesús Camino del Calvario
El sol brinda una nueva oportunidad a la cofradía de Jesús Camino del Calvario
CARLOS MONCÍN

Ayer no pudo ser. El mal tiempo quiso que la cofradía de Jesús Camino del Calvario y la Hermandad de San Joaquín no se encontraran.


Por eso, y aprovechando el sol que lucía esta mañana, la cofradía de Jesús Camino del Calvario ha salido a las 10.30 de esta mañana de la iglesia de Santa Engracia a recorrer las calles de Zaragoza.


Como una forma de superar el mal trago, han optado por hacer una procesión a pesar de que no vaya a haber Encuentro. Sus miembros caminaron por el paseo de la Independencia, la plaza de España, el Coso, Alfonso I y Manifestación para recogerse en San Cayetano.


Ocurre casi cada Semana Santa. Tarde o temprano, el mal tiempo aparece sin que se le invoque. Ayer por la noche pasó lo que nadie quería que pasara. La lluvia amargó el Miércoles Santo y el Encuentro que estaba previsto celebrarse la pasada medianoche en la plaza del Pilar ante una multitud fue suspendido.

Los ciudadanos que siguen cada día las salidas procesionales no pudieron ver el que posiblemente es el acto más emotivo de la semana después del Santo Entierro. Las imágenes de Jesús y la Virgen, la Madre y el Hijo, no se juntaron, dejando a los fieles sin una representación clave de lo que suponen estos días.

De llevarse a cabo, ayer se habría el 70 aniversario del Encuentro, realizado por la cofradía de Jesús Camino del Calvario y la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores. Comenzó su andadura en 1941.

Como suele ocurrir antes de las procesiones, en el seno de las cofradías había inquietud. En el fondo, se temían lo peor. La posibilidad de que lloviera estaba ahí. José María Murillo, hermano decano de la Dolorosa, admitió que estaba "mirando al cielo".

La misma sensación pasaba por la mente de Fernando Blas, responsable del Calvario. No obstante, uno y otro albergaban esperanzas de que la climatología respetara a la tradición.

Por desgracia, no fue así. La mañana amaneció despejada, si bien conforme pasaron las horas el cielo se fue nublando. Por la noche, antes de las distintas salidas, empezó a chispear. Un mal presagio. Los cofrades de la Dolorosa y el Calvario confiaban en que no cayeran más gotas mientras permanecían en la iglesia de Santa Isabel de Portugal y en Santa Engracia, respectivamente. Entonces llovió con más intensidad. En ese momento, los centenares de personas congregadas en Santa Engracia corrieron a refugiarse en los porches de Independencia.

Se esperó un tiempo prudencial para ver si finalmente se podía salir y hacer un tramo corto antes del Encuentro, pero las cofradías, reunidas en las parroquias, optaron por suspender todo. No se celebraron las procesiones del Encuentro ni, por lo tanto, el acto en la plaza del Pilar.

La consecuencia: las caras largas, la rabia, la tristeza, la desolación... Había mucha ilusión puesta en el Miércoles Santo. Semanas ensayando y organizando las salidas para que terminara lloviendo.

En Santa Engracia, el paso de Jesús con la cruz a cuestas y el de la Caída no cruzaron las puertas del templo anoche.

Por su parte, la Dolorosa, la cofradía hermana, no realizará ningún acto hasta mañana, Viernes Santo. Anoche, mientras llovía y esperaban noticias del cielo (antes de la suspensión definitiva), hicieron la predicación de los siete dolores que iban a llevar a cabo durante la procesión del Encuentro por las calles del casco histórico de la capital aragonesa. La predicación había sido preparada por siete hermanos que se ofrecieron voluntariamente a ello.

Con el obligado cambio de planes, tampoco pudieron saludarse, a su paso por la zona de La Seo, con sus compañeros del Santísimo Ecce-Homo y de Nuestra Señora de las Angustias, con quienes habían acordado intercambiar ramos de flores.

Los pasos de Jesús con la cruz a cuestas y el de la Virgen de los Dolores no se encontraron. En la fallida celebración del Pilar, la Dolorosa, cofradía organizadora, iba a entregar al Calvario el atributo del Encuentro, un guión que la segunda cofradía habría trasladado hasta San Cayetano como próxima encargada de la ceremonia.

Seguro que los cofrades que salen hoy en procesión levantan varias veces la vista hacia el cielo.