BEATIFICACIÓN

Juan Pablo II asciende hoy a los altares

Miles de policías de tránsito, cientos de 'carabinieri' e incluso bomberos jubilados velarán por la seguridad del que está llamado a ser el evento del año en la capital italiana.

Los peregrinos celebraban ya ayer con bailes la beatificación de Juan Pablo II.
Juan Pablo II asciende hoy a los altares
ROBERTO SALOMONE/AFP

Era considerado un papa de excepción y, por lo que parece, sigue siéndolo más allá de su muerte: cientos de miles de peregrinos llegan desde hace días a Roma para asistir hoy a la beatificación de Juan Pablo II (1920-2005), que se produce apenas seis años después de su fallecimiento, todo un récord de tiempos modernos.

La Ciudad Eterna ya está preparada de nuevo para una avalancha de peregrinos, después de que en abril de 2005 millones de católicos acudieran al Vaticano para dar su último adiós al carismático Papa. Su sucesor Benedicto XVI, en su día uno de sus más estrechos colaboradores, celebrará personalmente la ceremonia en la que será elevado a los altares.

«Vemos con alegría acercarse el día en el que podamos venerar y confiarnos todavía más a la intercesión de este gran Papa y testigo de Cristo», afirmó recientemente Joseph Ratzinger, quien poco después de la muerte del pontífice dispensó del plazo de espera requerido de cinco años para iniciar un proceso de beatificación, acelerando así considerablemente la causa.

Los procesos de beatificación suelen durar décadas y hasta siglos, pero en su día, también Wojtyla concedió una dispensa similar que permitió beatificar en 2003, también seis años después de su muerte, a la madre Teresa de Calcuta.

Segundo domingo de Pascua

La beatificación coincide con el Día Internacional del Trabajo, en el que también en Roma se organizan conciertos y concentraciones sindicales. Aunque no es probablemente el mejor día para celebrar un evento multitudinario, Benedicto XVI eligió esa fecha por ser el segundo domingo de Pascua el último día en que Juan Pablo II celebró misa antes de morir y que fue dedicado por el fallecido Papa a la 'Divina Misericordia'.

Miles de voluntarios ayudarán a los peregrinos en lugares centrales de la ciudad. También se han desplegado miles de policías de tránsito, e incluso 'carabinieri' y bomberos jubilados han regresado al trabajo para facilitar el que está llamado a ser evento del año en Roma. Además de la Plaza de San Pedro, la beatificación será emitida en directo en pantallas gigantes colocadas en seis plazas de la capital italiana. El acceso a la ceremonia en el Vaticano es gratis y no se precisa entrada.

Las festividades comenzaron la noche de ayer, con una vigilia de varias horas por Juan Pablo II en el Circo Massimo en la que Benedicto habló en directo por video.

Después de la beatificación se expondrá el sarcófago para que los fieles puedan rezar ante él, antes de ser recolocado en la capilla de San Sebastián, entrando en la nave principal de la basílica, a mano derecha, cerca de La Piedad de Miguel Ángel. Sobre el marmol blanco se podrá leer lo que muchos esperan ansiosamente: 'Beato Juan Pablo II'.