INNOVACIÓN EN EL MOTOR

Aragoneses fabrican el primer todoterreno híbrido

El proyecto necesitó una inversión de más de 800.000 euros y los investigadores han montado un prototipo que funciona con pilas de combustible de hidrógeno y que se conduce a distancia.

Vista del motor
Vista del motor
M. MAZA

Se puede conducir a distancia a través de un mando, tiene tracción en las cuatro ruedas y funciona con un motor de hidrógeno. Será el primer vehículo de este tipo diseñado y montado con tecnología cien por cien aragonesa. Se presentará en sociedad en un par de meses, aunque las investigaciones han concluido y el prototipo ya está montado.


«Solo gigantes del sector como Hydrogenics o Ballard y algunos de los grandes fabricantes de coches cuentan con estas posibilidades», cuenta Sergio Báscones, de la compañía aragonesa Electrónica Cerler, que ha participado en el desarrollo del prototipo, en la parte del control de potencia y programación del uso de las pilas de combustible.


«El vehículo es un banco de ensayos de varios posibles productos. Las dos pilas de combustible, por ejemplo, no las distribuye nadie en todo el territorio español», asegura.


Las que han elaborado en Aragón tienen una potencia de dos kilovatios, y podrían adaptarse para funcionar desde en una moto hasta en un tranvía. En el mercado, a día de hoy, una con potencia de ocho kilovatios puede alcanzar los 30.000 euros. «Mientras más se fabriquen, el proceso es más barato. En el futuro serán más accesibles, se está apoyando mucho este tipo de tecnología», comenta Báscones.


Durante el fin de semana y hasta hoy, el coche ha estado expuesto en las instalaciones de Cerler, ya que gracias a él, esta empresa es candidata a recibir el premio Pilot para PYMES.


El proyecto arrancó a mediados de 2008 gracias a una iniciativa de la Universidad de Zaragoza. Desde entonces, además de Cerler, en él han trabajado conjuntamente la Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón y el Laboratorio de Investigación en Tecnologías de la Combustión del CSIC.


Todo el trabajo fue posible gracias a una inversión de 857.777 euros de parte del ministerio de Ciencia e Innovación. «Desde Madrid financiaron una iniciativa aragonesa, eso ya es importante», destaca Mario Maza, coordinador del proyecto y profesor del área de Ingeniería e Infraestructura de los Transportes de la Universidad de Zaragoza.


Más innovación por dentro

«Hay pocos vehículos teleoperados y menos de este tamaño. Además, es el primer eléctrico con tracción en todas las ruedas, algo complicado porque el consumo de energías es muy elevado. Ha sido posible gracias a que hemos conseguido que ahorre energía al colocar el sistema de dirección –que normalmente está en un eje- en el centro. Es algo que se aplicaba en máquinas de obra y que hemos adaptado», explica Maza.


Sobre las pilas de combustible, añade que «parece que están en la calle» por la gran difusión que han tenido los avances relacionados con ellas, pero que la realidad es otra: «Es una tecnología accesible para muy pocos».


Su gran ventaja es que no deben recargarse porque «generan su propia energía» y solo necesitan recargas de hidrógeno. Además, no emiten gases contaminantes, solo agua. «Por fuera no se ven los grandes avances, pero dentro, al ver el motor, sí», dice Maza.


Según el coordinador, nunca nadie había contemplado un proyecto tan completo como este, que engloba tantas tecnologías. «Eso se valoró mucho a la hora de solicitar la ayuda. De las iniciativas presentadas para investigación aplicada colaborativa, fuimos la mejor valorada. El que esto se desarrolle en Aragón es más que notable, solo las grandes marcas tiene prototipos como este», opina sobre la investigación.