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Cebollas, jamones y... ¡Twitter!

Los 140 caracteres de esta red social no son aún tan sumamente populares como Facebook, pero ya dan oportunidades de negocio en ámbitos que a priori poco tienen que ver con las nuevas tecnologías.

Cebollas, jamones y... ¡Twitter!
Cebollas, jamones y... ¡Twitter!
OLIVER DUCH

La red social Twitter (basada en una herramienta muy parecida a un chat, que permite comunicarse de forma rápida y directa con mensajes de 140 caracteres como máximo) aún sigue siendo coto mayoritario de los iniciados en las nuevas tecnologías. Aunque un buen número de famosos use ya este servicio como portavoz oficial, Obama cuente en él con 20 millones de seguidores y Andrés Calamaro mantenga una relación amor-odio, Twitter tiene todavía un buen camino que recorrer hacia su popularización. Pero ya hay quienes han convertido la red del pajarito en una herramienta ideal de trabajo y, también, en una oportunidad de negocio.

Que se lo digan si no a Daniel Molina, quien ha logrado una importante repercusión con la improbable unión de Twitter y unas cebollas.

"No basta con meterse en Twitter y en Facebook sin más, sino que hace falta una estrategia", explica Molina, uno de los responsables de Agrofuentes, una empresa familiar -"atípica y guerrillera"- dedicada a la cebolla de Fuentes de Ebro. "Empezamos con un blog, pero refrescarlo requería mucho tiempo. Así que le echamos imaginación y una visión más avanzada". Se lanzaron entonces a Twitter, donde encontraron un perfil "superprofesional". Y el quid para sus intereses: "Una ventana buenísima para explicarle al consumidor de tú a tú la cebolla que tenemos".

Dice Molina: "Twitter no es un chat ni un juego, es un medio de comunicación muy potente". Tanto, que su original estrategia en las redes sociales se ha convertido en un pequeño fenómeno. Se trata del concurso 'Encebollados', una cita popular en Twitter (y en Facebook), que cada miércoles, a las 11 de la mañana, reúne en torno a '@daniel_cebolla' (el nombre tuitero de Molina) a decenas de seguidores en busca de un personaje misterioso: 'el cebolla tótem'. Durante una hora, los tuiteros 'encebollados' envían sus respuestas a las pistas. El que adivine el personaje famoso escondido se convierte en el 'cebolla winner' y recibe en su casa una caja de cebollas de Fuentes de Ebro. El premio ha viajado ya más allá de las fronteras aragonesas, sirviendo de tarjeta de visita 2.0 de un producto que aún no cuenta con denominación de origen.

"Encebollados' lleva detrás un equipo, porque hay que darle chispa a las respuestas, animar a la gente, involucrarse, atender a los detalles que se sugieren. Pero lo bueno de Twitter es que no es unidireccional, lanzas y escuchas, y la gente te devuelve mucho", explica Molina, que aprecia sobre todo el "feedback' rápido y directo".

Un ejemplo: el empresario ha sometido a la opinión de la comunidad tuitera el diseño de una nuevas bolsas para sus cebollas. "En esta red tienes enfrente a alguien, y le cuentas lo de tus cebollas, y encima, si le interesa, le puedes seguir dando información", argumenta Molina.

Precisamente, lejos de la frialdad que pueda suponérsele a esta 'propaganda' virtual, los aficionados a Twitter destacan sobre todo su "cercanía". "El objetivo es generar conversación y conocimiento, saber qué dicen los demás. Si lo que haces gusta, Twitter es muy expansivo", dice el zaragozano Gabriel del Molino, pionero en Aragón en la red de los 140 caracteres y fundador de la comunidad tuitera #Mañopower.

Para él, la clave en Twitter es ser "activo". Por mucho que se quiera vender algo, si se es robótico no va a funcionar, hay que tener gracia. Y pone como ejemplo a Félix Martínez, experto cortador de jamón, propietario del bar La Jamonería de Zaragoza y activo tuitero: "No es normal que me siga la gente que me sigue", confiesa Félix, quien ha logrado hacerse con un buen número de fans gracias a unos 'tweets' en los que lo mismo da un consejo sobre como darle la vuelta a un jamón que convoca a una quedada. "Me sigue gente de aquí, pero también de Arabia Saudí, y supongo que la clave es que lo que yo hago personal, estoy ahí, mis 'tweets' no los podría hacer otro".

Resume Daniel Molina: "Twitter es como la fresca de los pueblos: puedes salir o no, puedes escuchar o contar una historia, hacer corrillos, es supercercano, es un tú a tú, es la caña...".