Ciberestafa amorosa: víctimas con el corazón roto y el bolsillo vacío

Los primeros casos se remontan a hace 20 años, pero fue en 2017 cuando se hicieron más visibles. El dinero estafado oscila entre los 200 y los 500.000 euros, pero el Código Penal no registra este ilícito.

Corazón roto.
Ciberestafa amorosa: víctimas con el corazón roto y el bolsillo vacío.
Freeimages.

"Contesté un mensaje en Instagram. Era educado, parecía tener valores y principios. Dijo que era capitán del Ejército de Estados Unidos, destacado en Afganistán, viudo con un hijo adolescente. Al poco me dijo que estaba enamorado de mí, y a mí también me tenía deslumbrada. (…) Un día me anunció que le mandaban al sitio más peligroso de Afganistán, que les habían pagado una gran cantidad de dinero y me lo mandaba junto con sus documentos militares, muy importantes para él, para que se los guardara. Por el envío y la custodia pagué 3.128 euros que recuperaría cuando llegara el paquete, que nunca apareció. Mi marido desde hace más de 40 años se enteró, el matrimonio se rompió y yo estoy en tratamiento y terapia por ansiedad".

"Conocí por Facebook a un señor que se hacía pasar por un hombre religioso y formal. Me dijo que se había enamorado. Le pedí ayuda para contratar una empresa de construcción, sin saber que quien haría la obra era su socio en la estafa. Estuvo escribiéndome y quedando conmigo, me prometió que nos casaríamos, pero nunca dormía en mi casa porque decía que cuidaba a su madre, que era muy mayor. Cuando recibió el primer pago de las obras, 14.475 euros, ya no me habló más".

"Mi tío está hablando con una mujer que ha conocido en Facebook, ya le hemos advertido de que es una estafa y de hecho ya le ha intentado sacar dinero diciéndole que iba a venir a España, pero le habían puesto una multa en el aeropuerto y no la dejaban continuar si no la pagaba. Hemos comprobado que su número de teléfono aparece en un listado de la Guardia Civil de números de estafadores. Nuestro problema es que, aun sabiendo todo esto, mi tío sigue hablando con ella, por lo que creo que necesita atención psicológica que le ayude a gestionar esta dependencia emocional".

Son solo tres casos, todos reales, de personas afectadas por lo que se ha dado en llamar ‘Romance Scam’, o estafa amorosa, que también parece estar detrás del terrible suceso descubierto este jueves en la localidad madrileña de Morata de Tajuña. Las víctimas, mortales en este caso extremo, son los hermanos Pepe, Amelia y Ángeles, y al parecer las dos mujeres, de 68 y 70 años, contactaron hace tiempo por internet con dos supuestos militares de Afganistán, uno de los cuales iba a recibir una suculenta herencia pero necesitaba dinero para los trámites. A partir de entonces, lo de siempre. Las hermanas invirtieron en ello su pensión, sus ahorros, vendieron un piso y tierras… y la familia quedó en la ruina.

Directos al corazón

En el proceloso mundo de los fraudes por internet, ahora los farsantes van directos al corazón y se está dando un auge de estas estafas emocionales, en las que el modus operandi suele ser similar: la víctima conoce a una persona por una app o web de contactos y comienza una relación sentimental. Habitualmente, los malhechores se hacen pasar por militares en zonas de conflicto o importantes profesionales (médicos, ingenieros, abogados…), pero también por personas famosas, como hace pocos meses, cuando una persona estafó 170.000 euros a una mujer de Granada haciéndose pasar por el actor Brad Pitt y jurándole amor ‘eterno’. Después, y tras un periodo de tiempo más o menos largo, los estafadores empiezan a pedir dinero con diferentes excusas hasta llegar, a veces, a grandes cantidades a través de un entramado perfectamente orquestado.

A día de hoy, el Código Penal español no recoge la estafa por parte de alguien con quien se mantiene una relación sentimental. No obstante, y ante la creciente cantidad de afectados, hace un año se creó una asociación, que opera a nivel nacional, que lucha para que la legislación sí recoja estos ilícitos y ofrece información, asesoramiento, apoyo psicológico y cobertura jurídica a unas víctimas tan avergonzadas que o callan o, si quieren hablar, no saben a quién recurrir.

Emilia Zaballos es la vicepresidenta de la Asociación de Afectados por Estafas Sentimentales y abogada de profesión. Explica que el aumento de este tipo de fraudes es "preocupante", sobre todo porque se ha convertido "en una forma de vida para un grupo concreto de personas". "Normalmente, los estafadores son personas carismáticas y sin ningún tipo de escrúpulo que utilizan cualquier método para conseguir enriquecerse a costa de los demás", señala Zaballos, y añade que "suelen ser buenos psicólogos, capaces de empatizar muy bien con sus víctimas".

Sin embargo, los típicos "caraduras" que quieren timar a varias mujeres a la vez y ponen la misma foto en distintos perfiles son solo "unos pocos". "Detrás de la inmensa mayoría de estas estafas hay grandes entramados internacionales perfectamente organizados", advierte la abogada. Son muy difíciles de rastrear, y el seguimiento de las direcciones IP de sus equipos informáticos suele llevar a países de África como Nigeria, por lo que comenzaron a llamarse 'estafas nigerianas'. Además, gracias a la inteligencia artificial pueden crearse fotos de perfil extremadamente realistas que cuesta mucho diferenciar de una imagen real y dan más verosimilitud al fraude.

¿Y el perfil de las víctimas? En un 75% son mujeres, pero también hay hombres afectados. Rondan la mediana edad y tienen el denominador común de las carencias afectivas, la soledad, los desengaños amorosos previos, o bien se encuentran en situación de viudedad. "Son vulnerables, solo quieren que los amen como ellos sueñan ser amados", describe esta abogada. Muchas veces son novatos con las nuevas tecnologías, o acceden a ellas porque les sirven de distracción. 

También hay dos tipos de personas entre los estafados: las muy solidarias y las emprendedoras. Los timadores rastrean en las redes sociales, y si una posible víctima tiene vinculaciones con obras de caridad, ayudas humanitarias, etcétera, apelan a sus emociones hablándole de la necesidad de dinero para operar a un familiar enfermo, o para labores de voluntariado en algún país en vías de desarrollo. Pero si está más interesada en el mundo empresarial o de las inversiones, le invitan a participar en tal o cual negocio, asegurándole rentabilidad y grandes ganancias. 

La unión hace la fuerza

En la asociación se han ocupado de estafas que llegan a los 500.000 euros, pero lo habitual, explica su presidenta, es que oscilen "entre los 200 y los 35.000". Los primeros suelen ser casos de hombres engañados con supuestos negocios millonarios, y las cantidades más bajas son las entregadas por mujeres con ideas solidarias o víctimas de una ensoñación amorosa. Cuenta Emilia que tienen "detectados a más de 400 estafadores en España, y uno de ellos ha engañado a más de cien mujeres".

Los primeros casos se remontan a hace 20 años, pero fue en 2017 cuando se comenzó a saber más de su existencia. La cifra de las estafas emocionales sigue aumentando a una velocidad alarmante, "y más desde la pandemia", asegura Emilia.

La asociación ya ha presentado querellas como acusación popular y también particular dando apoyo a las víctimas de la estafa, porque, como explica Zaballos, las denuncias se consideran casos dados en el marco de una relación de pareja. "No es lo mismo un delito de estafa dentro de una relación estable al hecho de que una persona finja una relación amorosa que no existe, se gane la confianza de la víctima y después la estafe. Queremos aclarar esta gran diferencia en el Código Penal para dar cobertura legal a las víctimas, y estamos trabajando en ello", afirma la presidenta de la asociación.

También quiere hacer hincapié en que la unión hace la fuerza. "Si muchas personas ponen denuncias en diferentes juzgados de diferentes comunidades autónomas, el sistema se colapsa y las querellas se archivan. Sin embargo, si muchos afectados de toda España se ponen en contacto con la asociación y se presentan querellas colectivas, la competencia territorial sería de la Audiencia Nacional, habría más recursos policiales, judiciales y periciales y se podría investigar y sancionar mejor", explica Emilia Zaballos.

Casos en Aragón

Aragón no está exento de casos de estafa amorosa. Por ejemplo, la Policía detuvo hace un par de años a una pareja acusada de haber estafado a cinco mujeres en Zaragoza y Huesca, así como de Gijón, Málaga y Almería, a las que supuestamente embaucaron a través de internet y de las que consiguieron unos 95.830 euros. El varón se hacía pasar por militar estadounidense destinado en Siria y, mediante una relación amorosa virtual, las convencía para que le enviaran dinero con el pretexto de viajar a España a conocerlas.

En octubre del año pasado, la Guardia Civil detuvo a un hombre de 33 años y una mujer de 66 en Valencia por estafar unos 175.000 euros a varias víctimas, una de ellas en Barbastro. El individuo afirmaba residir en Estados Unidos, lo que dificultaba su encuentro en persona. Posteriormente, solicitaba ayuda económica para recuperar un maletín supuestamente lleno de oro, adquirido a través de una herencia ficticia.

También hay estafadores radicados en Aragón. El pasado septiembre, una mujer de Zaragoza y un hombre de Pamplona fueron investigados por estafar, presuntamente, 4.100 euros a una mujer simulando una relación amorosa virtual. En este caso, el interlocutor le explicó a la víctima que era ingeniero y se encontraba en Turquía por motivos laborales, pero tenía problemas de cobertura en internet y no podía realizar el pago de una transferencia para el pago de maquinaria. Por supuesto, todo era falso.

Para tratar de atajar estos delitos, la Jefatura Superior de Policía en Aragón ya ha recordado en otras ocasiones a los ciudadanos que en la era de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, no todo vale. "Surgen nuevas formas de relacionarse y comunicarse a través de aplicaciones y se desconoce en un principio quién puede estar al otro lado del smartphone", advierten los agentes.

Una vez ganada la confianza, los malhechores pueden pedir dinero con las excusas más peregrinas, pero las víctimas también pueden sufrir ‘sextorsión’ si los estafadores han obtenido material comprometedor a través de estas aplicaciones de citas.

"Todos los ciudadanos, independientemente de la edad, tienen que prestar especial atención a la hora de contactar con otras personas en aplicaciones de contactos. Ante la más mínima duda de que pudiera ser víctima de este tipo de estafas, póngalo en conocimiento de la Policía Nacional a través de los cauces conocidos: personándose en una dependencia policial, llamando al 091, a través de la aplicación ALERTCOPS o a través de la página oficial", recuerdan.

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