Bandera roja por contaminación el cierre de playas por aguas no aptas para el baño crece en España

Las deficiencias en la red de saneamiento de algunos municipios subieron casi un 300% en la última década.

Sombrillas en una playa.
Sombrillas en una playa.
Elena Fernández / Europa Press

Nueve de la mañana. Ondea la bandera roja en el puesto de socorrista. El mar está en calma, no hay olas peligrosas, ni tampoco medusas. A simple vista no hay nada que justifique la prohibición del baño, pero una muestra de laboratorio ha echado el candado a la playa. Esta es la situación que han vivido este año en Ribadesella, en El Puig, en La Pobla Farnals, en Massamagrell, en Meliana, en la Playa del Cura en Canarias, en Rodeira, en Agrelo, en Loureiro o en San Lorenzo, en Melilla, entre otros arenales.

"¿Qué ocurre?", es la pregunta más frecuente entre bañistas. La respuesta, unas veces del socorrista y otras de la policía local, es que "se prohíbe el baño por contaminación". El año pasado -son los últimos datos cerrados en el Ministerio de Sanidad- los episodios de prohibición de entrada al mar por la mala calidad de las aguas fueron 308, hasta 273 de corta duración y 35 por circunstancia excepcional. "Existe un protocolo detallado y basado en la realización de analíticas del agua", responde un portavoz de la Consejería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad de la Comunidad Valenciana.

Un ritual que se repite en los cerca de 1.987 puntos de muestreo que hay a lo largo de los 8.000 kilómetros de costa en España. "Se realizan inspecciones de todos aquellos puntos de vertido", explican los portavoces de la Generalitat Valenciana. En concreto se realiza uno antes de comenzar la temporada de baño y luego se repite periódicamente. "Nosotros las hacemos semanalmente, de lunes a jueves", puntualizan.

A diferentes horas del día, los equipos encargados de realizar las analíticas toman muestras de las aguas desde la playa en recipientes estériles y "se hace en la zona donde se baña el mayor número de personas conforme a campañas de muestreo perfectamente diseñadas", explican.

Los requisitos para clasificar la calidad sanitaria del agua de baño de un punto de muestreo están pautados en los anexos I y II del R.D. 1341/2007 de 11 de octubre y se vigilan especialmente dos parámetros microbiológicos: Enterococo intestinal (EI) y Escherichia coli (EC). Estos son los causantes de los incidentes de contaminación de corta duración, pero el que más banderas rojas provocó durante 2022 fue el Enterococo intestinal, con un 37% de las incidencias en zonas de baño en el mar.

Son dos bacterias que habitan en el intestino humano y que no suelen dar problemas, pero en ciertas cantidades estos microorganismos fecales pueden afectar a la salud. Según la normativa española al superar las 500 unidades formadoras de colonia (UFC) de E. coli por cada 100 mililitros de agua de muestra y cuando se superan las 185 de enterococos, el agua deja de ser apta para el baño. "El problema de las costas españolas son los vertidos de aguas residuales y su mala depuración", señala Cristóbal López, portavoz de Ecologistas en Acción y autor del informe 'Banderas negras' de la ONG. "Muchas localidades del litoral duplican o triplican su población en verano y el sistema de depuración no está preparado", añade.

«La contaminación de origen fecal procede de actividades derivadas de la presencia de asentamientos humanos, o de actividades agrícolas o ganaderas. Estas fuentes de contaminación pueden estar geográficamente localizadas; por ejemplo, la salida de aguas residuales de un núcleo urbano. Aunque «muchas veces es difícil detectar el origen claro de la contaminación», afirma la consejería valenciana. «Si es un caso de vertido de aguas residuales urbanas se suelen solucionar con bastante rapidez», advierten. Según los datos en posesión del Ministerio de Sanidad en su último informe de calidad de aguas de 2022, estos episodios de contaminación de corta duración suelen durar entre 48 y 72 horas.

En la última década, estos incidentes han crecido un 286%, afectando principalmente a las zonas de baño marítimas. También han aumentado las incidencias por circunstancia excepcional que han pasado de 33 casos en 2021 a 35 en 2022, con una duración media de siete días (el pasado ejercicio fueron ocho jornadas de media).

Los motivos por los cuales se declararon dichas circunstancias fueron variados, destacando episodios de contaminación difusa (24 casos), lluvias persistentes (24), rotura de bombas de impulsión desde el alcantarillado (2) y otros (1). Estos casos han llevado desde hace varios ejercicios a Ecologistas en Acción a realizar un informe titulado 'Banderas Negras', donde medio centenar de playas son señaladas por mala gestión y contaminación.

Hasta 29 banderas negras de las 48 totales son por "turistificación y urbanización de nuestro litoral", explica la organización. El resto se deben a contaminación química, lumínica o acústica (6), afecciones a la biodiversidad (6), acumulación de basura marina (3) y dragados o ampliaciones portuarias sin justificar (2), entre otras.

A pesar de estos incidentes, la mayoría de las zonas de baño en España cumplen con "una calidad excelente", según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). El 92% de las áreas analizadas en el país son de calidad «excelente». Tan solo seis zonas de baño fueron calificadas a principios del verano como «pobres» por parte de las autoridades comunitarias o lo que es lo mismo el 0,3% de las zonas costeras nacionales analizadas en 2022.

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