Cómo demonios nos libramos de Satán

La práctica del exorcismo cada vez es menos frecuente, aunque se calcula que hay 800 sacerdotes en la Iglesia católica que saben espantar al maligno.

'El último exorcismo: Parte 2' es la secuela de la película protagonizada por Ashley Bell en 2010
'El último exorcismo: Parte 2' es la secuela de la película protagonizada por Ashley Bell en 2010

Son pocos, pero profesionales y muy discretos. Es difícil hablar con un experto en expulsar al maligno del cuerpo, porque el asunto se presta a interpretaciones contaminadas por el cine y la imaginación populares. Además, los obispos reprenden a los sacerdotes que pecan de demasiado locuaces y se atreven a hablar con la prensa. Es paradójico, pero cuanto más prudente se muestra la Iglesia católica sobre el asunto, para evitar que la fe se mezcle con supersticiones, más interés suscita Satanás en las sociedades secularizadas. En el mundo existen unos 800 sacerdotes que realizan exorcismos dentro de la Iglesia. El dato proviene del último curso que suele celebrar cada año el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, una institución universitaria dirigida por los Legionarios de Cristo. Esta entidad organiza seminarios sobre cómo librarse de Belcebú.

Según el Código de Derecho Canónico, los exorcistas deben ser «piadosos, doctos, prudentes y con integridad de vida». Luis Santamaría, investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), hizo en 2018 un recuento de exorcistas y llegó a la conclusión de que en España había 37, pero la cifra permanece sin actualizar. El abanico de la edad era amplísimo, de modo que se podían contar oficiantes de 39 años y hasta de 88. La mayoría de ellos compaginaba esta labor con otras tareas pastorales, y algunos eran canónigos penitenciarios en sus respectivas catedrales.

Salud mental

La práctica del exorcismo cada vez es menos frecuente. Fuera de la Iglesia es algo que está desacreditado y dentro de ella se adoptan posturas precavidas. Los propios exorcistas son muy cautos y antes de aceptar un caso piden la intervención de un especialista en salud mental.

¿Qué es lo que induce a los exorcistas a sospechar que una persona está poseída por el demonio? Son cuatro síntomas los que indican la existencia de una posesión diabólica: hablar lenguas desconocidas o entender a quienes las hablan; conocer cosas ocultas; manifestar una fuerza superior a la propia edad o condición física, y sentir una repulsión hacia objetos religiosos como crucifijos, rosarios o agua bendita.

Los candidatos a ejercer de exorcista deben tener conocimientos médicos para detectar posibles trastornos mentales. Uno de los exorcistas más famosos de la Iglesia católica fue Gabriel Amorth, fallecido en 2016, quien se negaba a asistir a las personas que no poseyeran un certificado expedido por un psiquiatra o un psicólogo.

Proceso de liberación

El ritual de sanación consiste en una oración especial que pronuncia un sacerdote, en nombre de Jesús y con la autorización del obispo. El Vaticano actualizó este ritual en 1998, dado que el anterior, que data de 1614, no había sido renovado. El elemento del rito es pedir a Dios la liberación de la persona a la que se le realiza el exorcismo, para lo cual se invoca la intercesión de la Virgen María y de los santos. La otra parte consiste en la exhortación al demonio para que salga de la persona, con la Liturgia de la Palabra y las letanías.

Según el periodista italiano Fabio Marchese Ragona, autor del libro 'Exorcistas contra Satanás', el papa Francisco nunca ha realizado exorcismos, aunque durante su etapa como arzobispo de Buenos Aires conoció varios casos de personas que decían estar endemoniadas, a las que envió a sacerdotes especializados. De acuerdo con Marchese, los damnificados hablaban de modo extraño, gritaban y se expresaban con una voz que no era la suya. A Juan Pablo II se le atribuye haber realizado dos exorcismos con fieles que se acercaron a él en San Pedro en 1982 y 2000.

Dos textos utiliza el exorcista. Uno es el ritual 'De Exorcismis', de unas 90 páginas. El otro documento, 'Líneas Guía para el Ministerio de los Exorcismos', es reciente y se publicó en 2020. Este último texto describe varios niveles de influencia diabólica, que van desde la infestación, propia de casas o lugares, hasta la vejación.

El escepticismo guía el quehacer diario de los exorcistas. Los autorizados para llevar ceremonias de expulsión se han encontrado en su trayectoria pocos casos de posesión. La mayoría de ellos son problemas que se encauzan con una buena orientación espiritual.

De vez en cuando, las páginas de los periódicos dan cuenta de sucesos truculentos en los que aparece implicado un exorcista. Uno de los más escabrosos acabó con la imputación del sacerdote Jesús Hernández Sahagún por el caso de una joven que fue exorcizada en al menos diez ocasiones.

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