Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El CSIC abre el camino a fabricar colirios casi tan eficaces como las lágrimas

Estos nuevos productos mejorarían la calidad de vida de los millones de españoles con enfermedades como el síndrome de ojo seco

Colirio para el ojo seco.
Colirio para el ojo seco.
Canva

Expertos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad del País Vasco han hecho una serie de descubrimientos sobre las propiedades de las lágrimas humanas que despejan el camino para poder diseñar colirios con unas características y efectos equivalentes a los que proporcionan los fluidos naturales que manan de los lagrimales. Unos líquidos indispensables para mantener hidratados y sanos los ojos y para eliminar, a modo de limpiaparabrisas, las partículas, la suciedad y demás cuerpos extraños que se depositan en los globos oculares y que amenazan con lesionarlos.

Sus hallazgos son una puerta abierta a la comercialización de productos farmacológicos que podrían suponer un aumento notable de la calidad de vida de millones de españoles que padecen enfermedades oculares muy molestas y en ocasiones crónicas e invalidantes, como el síndrome del ojo seco.

La investigación, publicada en la revista académica 'Physics of Fluids', la han realizado científicos del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC en colaboración con biólogos y especialistas en polímeros de la Universidad del País Vasco y con profesionales del Hospital Donostia y de la Clínica Miranza Begitek.

El trabajo, a través de la aplicación a estos líquidos de unas técnicas de investigación muy novedosas, ha logrado determinar las propiedades viscoelásticas de las lágrimas humanas, lo que, a su vez, debería repercutir en la creación de colirios y lágrimas artificiales bastante más eficaces que los actuales y, además, en la posibilidad de facilitar la administración de unas gotas prácticamente personalizadas, ya que estarían muy adaptadas a las particularidades fisiológicas de cada paciente.

Para ello, los expertos han analizado propiedades como la viscosidad, la elasticidad, la estabilidad y los efectos de diferentes concentraciones de componentes en lágrimas y colirios, han probado hasta diez formulaciones distintas de productos de hidratación ocular artificial y, además, han examinado el comportamiento de los líquidos bajo condiciones de estrés, como ocurre por ejemplo durante el parpadeo.

Su objetivo es poder replicar, con la mayor perfección posible, las lágrimas naturales. En comparación con los colirios, las lágrimas tienen una composición mucho más sofisticada. Contienen una amplia gama de elementos, como diversos tipos de lípidos, carbohidratos, proteínas, agua y sales. Esta mezcla compleja les confiere su espesor ideal y una gran capacidad para hidratar los ojos, un diseño difícil de replicar con menos ingredientes.

Examen microscópico

Para examinar los diminutos volúmenes de las lágrimas, los científicos emplearon métodos capaces de analizar en el líquido el movimiento de partículas de un tamaño inferior a una micra (la milésima parte de un milímetro). Se trata de la técnica denominada dispersión dinámica de la luz, que revela las propiedades del líquido en diferentes condiciones. Es la primera vez que se aplica al estudio de las lágrimas.

"Este estudio permitirá adaptar las formulaciones y características de los colirios utilizados en patologías como el ojo seco, para complementar las peculiaridades individuales y lograr una mayor eficacia", vaticina Juan F. Vega, científico del CSIC. Creen que el enfoque podría aplicarse también al estudio de otros fluidos biológicos, por lo que planean seguir explorando formulaciones más complejas de productos de hidratación ocular artificial y ampliar la investigación al estudio de lágrimas humanas con aplicación en el tratamiento de diferentes patologías.

"Mediante un ajuste cuidadoso, los productos de hidratación ocular artificial pueden adaptarse para satisfacer necesidades específicas, como estabilidad, lubricación e hidratación, y para imitar las lágrimas naturales"

"Mediante un ajuste cuidadoso, los productos de hidratación ocular artificial pueden adaptarse para satisfacer necesidades específicas, como estabilidad, lubricación e hidratación, y para imitar las lágrimas naturales", asegura Vega. "Este trabajo tiene como objetivo mejorar la comodidad y el bienestar de las personas que experimentan síntomas de ojo seco", añadió.

No se trata de un objetivo baladí. Se estima que unos cinco millones de españoles, sobre un 11%, sufre diferentes grados de este síndrome con orígenes diversos, como cambios hormonales, cirugías oculares, fármacos, uso de lentillas o abuso de pantallas, entre otros. La incidencia, que va en aumento, es del doble entre mujeres y afecta a uno de cada cinco mayores de 75 años.

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