UCRANIA
Lentejas y albóndigas españolas para los soldados ucranianos
Una empresa de Toledo ha suministrado más de un millón de latas de conserva al ejército de Kiev.
Cada día son miles las imágenes que se difunden de la guerra de Ucrania pero una ha servido para situar en el mapa el pequeño pueblo de Los Yébenes (Toledo) y una de sus empresas: Abricome. Ha sido gracias a un soldado ucraniano desplazado a la región del Donbás que colgó un vídeo en el canal de Telegram @bochka la_war, que informa cada día de la actualidad de las tropas, donde mostraba sus provisiones. Entre ellas latas de conservas de albóndigas con salsa y lentejas con chorizo elaboradas y envasadas en este pueblo toledano, a más de 4.500 kilómetros del frente de guerra.
Desde que comenzó el conflicto, esta empresa, con más de 50 años de historia, ha suministrado al ejército ucraniano más de un millón de latas que llevan como emblema en su etiquetado 'La auténtica cocina'. "Hemos enviado carne de vacuno envasada cuando ocurrió el terremoto de Haití y también hemos mandado conservas a otros países como Angola o Mozambique", explica Marta Herencia, gerente de esta empresa que también se encarga de los alimentos que reciben los detenidos en las comisarías de la Policía Nacional y que cuenta con experiencia en el envío de latas a otros ejércitos como el español o el portugués.
Platos nutritivos
Los ejércitos eligen este tipo de comida porque su contenido es nutritivo y altamente calórico y, además, es fácil de consumir en el frente. "Se puede calentar en el mismo recipiente y las latas no caducan hasta dentro de cinco años", añade la gerente de esta empresa que exporta casi el 90% de su producción y que reconoce que "desde que estalló la guerra hemos tenido un aluvión de pedidos". Curiosamente, en esta empresa trabajan desde el pasado mes de septiembre Vova y Hanna, una pareja de refugiados ucranianos que llegaron a Los Yébenes huyendo de su ciudad de Mariupol. Fueron contratados por Abricome, la marca con la que Alimentos Preparados Naturales S. L. comercializa sus productos preparados y patés.
Esta empresa fue fundada en 1965 por el patriarca de la familia, Félix Herencia Garrido, y desde entonces no ha parado de elaborar platos tradicionales españoles como pastas, legumbres, estofados o paellas y de adentrarse en otras cocinas como la portuguesa. Con las guerras y las catástrofes naturales, los pedidos de sus latas de conservas se disparan porque no necesitan ningún sistema de refrigeración, el metal es un elemento ideal para condensar proteínas y legumbres y presentan una caducidad a temperatura ambiente de cinco años -dos en el caso de las cazuelas y bandejas que también venden-. Sus latas de lentejas con chorizo de 420 gramos -especial para hostelería- parecen ser las preferidas por los soldados de Zelenski.
