El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel se seca

La prolongada sequía está acabando con un humedal único y la solución más urgente es un trasvase del Tajo.

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, en una imagen de archivo
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, en una imagen de archivo
EFE

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) se seca y amenaza con convertirse en un espejismo de lo que fue no hace mucho tiempo: un humedal prácticamente único en Europa y último representante del ecosistema conocido como "tablas fluviales", hace siglos característico de la llanura central de la Península Ibérica.

La sequía de los últimos meses ha conducido al parque a una situación crítica: sólo tiene el 3% de su superficie encharcada, es decir, sólo 60 hectáreas cuando lo habitual en verano es que a estas alturas el agua inunde unas 600 hectáreas. La ausencia de lluvias ha provocado que ni el Guadiana ni el Cigüela hayan podido aportar agua al humedal desde hace meses. En primavera se buscó una solución provisional: la apertura de pozos de emergencia que elevaron a 300 las hectáreas encharcadas a las puertas del verano. Sin embargo, ahora, con la falta de lluvias y la excesiva evaporación por el fuerte calor, la única medida de emergencia posible es un trasvase urgente desde el Tajo a través de la tubería de la Llanura Manchega.

"Es una medida extrema y de emergencia pero de momento sólo hemos obtenido el silencio por respuesta del Gobierno central", apunta el alcalde de Daimiel, Leopoldo Jerónimo Sierra, del PP, que también reclama al Ministerio para la Transición Ecológica "un plan de actuación con decisiones oportunas que aseguren un encharcamiento estable del parque" a medio y largo plazo. Según el alcalde, los pozos de emergencia abiertos en primavera "se ha demostrado que no han servido y, por eso, pedimos un trasvase urgente". También Sierra confía en que la competencia de los parques nacionales pase pronto a las comunidades autónomas. De esta forma, "espero que en el convenio entre el Estado y la comunidad se incluya un punto para que la Junta de Castilla-La Mancha exija al Ministerio un apoyo externo de agua que evitará que Las Tablas se conviertan en un secarral.

Menos visitantes

El dramático estado de este parque nacional tiene también consecuencias económicas: el número de visitantes al parque y al municipio de Daimiel se ha reducido notablemente, lo que está perjudicando al sector turístico local. Si en años anteriores unas 200.000 personas visitaban este paraje, esa cifra se ha reducido a más de la mitad en 2021.

Esto en un parque nacional que está declarado Reserva de la Biosfera, Humedal de Importancia Internacional por el Convenio de Ramsar y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). De hecho, es espacio para invernar de especies como el pato cuchara o la garza real y lugar de nidificación y cría para el pato colorado o la mayoría de ardeidas ibéricas como la garza imperial o el martinete. También es utilizado como estación de descanso y alimentación en sus largos viajes migratorios por el fumarel común y otras aves limícolas. Su supervivencia va también aparejada a la de este parque nacional que agoniza.

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