"De mutuo acuerdo y sin dramas". Así ha transcurrido la separación de Irene Villa y  su pareja desde hace casi una década, Juan Pablo Lauro, según ha comentado la joven en declaraciones en exclusiva a la revista 'Hola'. En la citada publicación, también asegura que sus familias "se han llevado un gran disgusto porque no se lo esperaban... Nadie se lo esperaba".

Al parecer, fue en verano cuando la pareja se dio cuenta de que tenían que tomar una decisión porque no estaban bien, pero lo fueron demorando, siempre pensando en el bien de sus tres hijos- Carlos, se seis años, Gael, de tres, y Eric, de dos-.

"Fue muy emocionante el momento en el que hablamos con nuestros hijos, especialmente las palabras de Juan Pablo, que sabe muy bien cómo comunicar. Mamá y papá se van a querer toda la vida, pero ahora hay que empezar el curso y mamá viaja mucho, así que vais a tener dos casas'", recuerda Irene en la citada publicación.

El año pasado, la pareja atravesó una difícil situación personal cuando Irene perdió el cuarto hijo que esperaba porque era embarazo ectópico, pero permanecieron unidos.

Meses después, han decidido poner fin, de momento, a su relación, ya que en 'Hola', Irene Villa reconoce que no cierra las puertas a una reconciliación en el futuro: “No es una decisión cerrada, que la vida da muchas vueltas y quién sabe si algún día volveremos donde lo dejamos”.

Irene Villa y Juan Pablo Lauro, un argentino afincado en España desde los 19 años, se casaron en junio de 2011 en la iglesia San Francisco El Grande de Madrid. Se conocieron dos años antes en la Fundación También, cuyo objetivo es la integración social de personas con discapacidad, un asunto que Irene conoce muy bien, pues fue víctima de un grave atentado de ETA junto a su madre. Como resultado de la explosión de una bomba perdió las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda.