Por sevillanas en la plaza de San Felipe
La puesta de largo de la Feria de Andalucía de Zaragoza se celebrará dentro de unas semanas. Sin embargo, la música y el baile por sevillanas ya se han dejado notar en la capital aragonesa. Fue el jueves en la plaza de San Felipe, donde Montal organizó su particular Feria de Abril con encendido incluido en versión mini, eso sí y platos tradicionales de la gastronomía andaluza.
María Montal ejerció de anfitriona. La noche fue espectacular para disfrutarla al aire libre y eso se notó en la asistencia, que creció hasta los 70 invitados. Es una cita que va a más comentó María, los amigos y clientes nos demandan una noche de feria en el centro y esta es nuestra particular contribución.
A la velada se sumó la Escuela de Mamá de la mano de Mamen Martínez y Josema Hernández de la Torre. Por su academia cada vez pasan más alumnas y, el jueves, 40 de ellas acudieron después de clase. Entre otras, se dejaron ver la galerista Cristina Marín; José Miguel y Nuria Fuentes, de Óptica Viñuales; las médicas Ana y Pilar Carboné, y María García de Parada.
Fue sonar la primera sevillana y antes de empezar con el pescaíto, el gazpacho y el bienmesabe, la improvisada pista de baile se llenó. Pocos hombres se animaron a romper el hielo, pero los que lo hicieron demostraron muy buenas maneras. Inmediatamente después llegó el momento del encendido y la plaza de San Felipe se transformó por unas horas en sede oficial de la música y el baile por sevillanas. Y, también, en una improvisada pasarela de moda, tal y como se comprobó con los trajes que lucieron las alumnas de la Escuela de Mamá.
Su directora, Mamen Martínez, comentó que la moda flamenca está muy arraigada y cada vez va a más; este año se lleva mucho el estampado y el terciopelo. Ella lució un espectacular traje canastero, el típico del Rocío para montar a caballo, con volante bajo, encajes y puntillas.
María Montal estuvo el fin de semana pasado en la Feria de Abril de Sevilla y confirmaba que la variedad de trajes de gitana es tremenda. Ella optó por los clásicos lunares y por la manga larga, que se lleva mucho, pero también las flores y las rayas combinadas con topos.
Tras las primeras sevillanas, los invitados recuperaron fuerzas a la mesa. El rebujito hizo acto de presencia y entre los argumentos culinarios andaluces se colaron unas cuantas propuestas aragonesas: virutas de jamón de Teruel, trenza de Almudévar y las afamadas delicias de alcachofa de Montal, que no podían faltar. Lo siguiente fue dar rienda suelta a la música y el baile.
