A los niños les encanta el colorido y la variedad de formas y dibujos, elementos que se pueden combinar en la decoración de su habitación. Hay que tratar de que la estancia no se convierta en un caos de colores y objetos, pues también es necesario que los pequeños puedan relajarse en ella y estar tranquilos. A continuación se enumeran algunas ideas sencillas para decorar su habitación.

Poner pizarra en un espacio amplio de una pared. Así podrá pintar y dibujar allí con tizas de colores y se limpia fácilmente con un paño. Colocar vinilos en la pared. Hay mucha variedad, se ponen de forma sencilla y quedan muy bien. Además, se pueden quitar sin problemas cuando ya no se quieran ahí. Hacer collages con sus fotos y dibujos y colgarlos. Se pueden hacer montajes muy divertidos usando imágenes suyas, con sus amigos y con la familia, dibujos, cartulina, cartón, etc. Una vez plastificados, se cuelgan en la pared o en el techo. Además, el niño puede participar en su creación y pasarlo en grande. Almacenaje divertido. Guardar los juguetes en cajas, cubos o sacos coloridos, algo que ayudará a decorar la habitación a la vez que fomenta el orden dentro del juego. Reservar un espacio para el juego en el suelo. A los niños les encanta jugar en el suelo, donde pueden esparcir los juguetes a su alrededor. Por ello, lo mejor es colocar una alfombra o colchoneta fina, que no se deslice, y que se pueda limpiar. Poner un espejo a su altura. A la mayoría de los niños les encanta disfrazarse y pintarse la cara. ¡Y tienen que ver cómo les queda! Se puede disponer de un baúl o caja de disfraces con diversos complementos como pelucas, sombreros, bigotes, gafas, etc. Colocar una pequeña lámina imantada en la pared y comprar letras con imán. Se pueden crear bonitos mensajes con ellas y los niños aprenderán a escribir sus primeras palabras.