La psicología explica cómo ganar un Óscar

Para optar a un Óscar lo mejor es ser un actor estadounidense que actúe en una película en la que se refleje la cultura de ese país. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de Psicología de la Universidad de Queensland, en Australia, que indica cómo el reconocimiento creativo se ve reforzado por la identidad social compartida entre los que premian y los premiados.

La estatuilla ansiada por todos los actores
La estatuilla ansiada por todos los actores
AFP

Si quieres ganar un Óscar, es más fácil si eres un actor estadounidense con un papel en una película en la que se cuenten cosas referidas a EE. UU., señala un estudio publicado en el 'British Journal of Psychology'.

En el trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Queensland (Australia), se ha llevado a cabo un análisis a gran escala de la distribución de los premios al mejor actor y la mejor actriz, tanto por parte de la Academia de las Artes y las Ciencias de Los Ángeles (los Óscar), como por la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (los BAFTA) desde 1968.

Según explica Niklas K. Steffens, investigador de Psicología de la universidad australiana y autor principal de trabajo, el análisis cubrió un total de 908 candidatos a ganar los premios, que incluían 97 ganadores y 383 nominados (sin éxito) para los Óscar y 97 ganadores y 331 nominados (no ganadores) para los BAFTA. Ambos galardones tienen como objetivo reconocer las mejores interpretaciones en películas de todo el mundo.

Los resultados mostraron que los actores estadounidenses dominaron los galardones, ganando más del 50% de todos los premios en los Óscar y los BAFTA. Sin embargo, los actores tenían más probabilidades de obtener el galardón si pertenecían al mismo grupo social que los jueces que otorgaban los premios.

Así, los datos obtenidos muestran que los actores estadounidenses ganaron el 52% de todos los BAFTA y el 69% de todos los Óscar, mientras que los actores británicos se hicieron con el 18% de todos los Óscar, pero con el 34% de los BAFTA.

“Nuestros resultados indican que una actuación puede ser juzgada como extraordinaria no solo por su calidad objetiva. Los integrantes del jurado tienden a reconocer como más brillantes aquellos trabajos artísticos con los que se sienten socialmente más identificados”, señala Steffens.

La nacionalidad marca la diferencia

El trabajo también apunta a que la nacionalidad marca una diferencia para ganar un premio. En el caso de los Óscar, los actores de EE. UU. lograron el 67% de todas las nominaciones y el 78% de todos los premios. Lo mismo sucedió con los BAFTA, donde los actores británicos obtuvieron el 31% de todas las nominaciones y el 42% de todos los premios

En referencia a este patrón, el autor señala que “la pertenencia a grupos sociales comunes es aún más importante cuando aumenta el valor diagnóstico de un indicador de calidad, esto es, cuando determinamos si algo es no solo excelente, sino excepcional”.

“En este caso –añade– los actores estadounidenses logran dos de cada tres nominaciones, pero ganan casi cuatro de cada cinco de todos los Óscar”.

Otro factor determinante del éxito es el tema de la película. En los Óscar, el 88% de los ganadores actuaron en películas en la que se reflejaba la cultura de EE. UU. Sin embargo, el 26% lo hicieron en cintas en las que se trataban aspectos culturales de otros países.

“Hay una creencia generalizada de que lo que percibimos como una creación original y excepcional viene dada por sus propiedades objetivas, pero en realidad está fuertemente influenciada por los grupos sociales de los que formamos parte y que nos proporcionan la base para dar sentido al mundo", concluye Steffens.

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