¿Qué nos produce estrés en Navidad?

Las compras, las comidas y cenas navideñas y los compromisos sociales acarrean situaciones y momentos complicados estos días.

Las compras navideñas producen estrés en muchos consumidores.
Las compras navideñas producen estrés en muchos consumidores.
Aránzazu Navarro

Para muchas personas, la Navidad es sinónimo de estrés. Fiestas, celebraciones familiares, compras a última hora, buenas caras las 24 horas del día......


Según un informe reciente elaborado por los centros Nascia, especialistas en el tratamiento del estrés y la ansiedad, el factor que más contribuye al estrés navideño es la situación económica y los gastos en estas fechas.

En concreto, el exceso en las compras se sitúa como principal problema para el 60% de las personas encuestadas, seguido por las compras con un 54%.


Completan este ranking de factores la acumulación de compromisos sociales con un 48% y el cansancio general y los mensajes navideños con un 30%. Otro de los factores importantes es la conciliación laboral con la vida familiar en esta época del año, momento en el que los más pequeños de la casa tienen casi dos semanas de vacaciones.


El mismo estudio refleja que el colectivo más afectado por estas situaciones de estrés y ansiedad son las mujeres, casi el doble de casos que los hombres. Esto, puede deberse, según las mimas fuentes, "a una mayor responsabilidad y dedicación en los preparativos que se agrava en el caso de la mujer trabajadora".


Además, a esto se añaden las dificultades para la conciliación de la vida personal y profesional, y en muchos casos "el hecho de no tener vacaciones o días libres en esas fechas, en las que generalmente se añade la responsabilidad de hacerse cargo de los niños en vacaciones escolares, responsabilidad de organizar las reuniones familiares..".


Las consecuencias de todo esto se reflejan en una  sintomatología fisiológica en la que lo más frecuente es el insomnio (62%), los dolores de cabeza (55%), los dolores musculares (75%) y los problemas estomacales (58%).


Además, a los problemas físicos se unen otros mentales y así, un 68% de las personas consultadas reconoce tener un exceso de pensamientos negativos o recurrentes, mientras que el 71% muestra una irritabilidad mucho mayor y el 83% asume una sensación de falta de control en muchos momentos.


Pero como en todos los casos, este problema tiene solución y esa solución pasa por repartir responsabilidades e intentar priorizar lo importante y saber decir no a muchos compromisos innecesarios. Y, sobre todo, apostar por la moderación y el equilibrio y eso implica evitar temas que en las reuniones familiares puedan generar discusión o sean comprometedores. Y es que la paciencia  es la mejor aliada para disfrutar de una dulce Navidad.

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