Mercadona despide a dos de sus empleadas por comerse un saladito

María Ángeles y Patricia Román habían acabado su jornada laboral en un Mercadona de Cádiz cuando, empujadas por el hambre, aceptaron un saladito que les ofrecía una compañera. El producto, de solo 15 céntimos, estaba a punto de caducar y por lo tanto iba a ser tirado a la basura. A pesar de ello, la coordinando las vio y les abrió un expediente después de reprocharles la acción, que tachó de "falta de respeto grave".

Al día siguiente, ambas mujeres acudieron a su trabajo de manera habitual y pagaron a caja el producto, pero días más tarde, el 6 de junio, les llegaba una carta de despido procedente "porque la empresa considera que lo que han hecho es un robo".

Ahora el sindicato CNT trabaja para que ambas mujeres, madres solteras, sean readmitidas e indemnizadas por despido improcedente. "Tengo mucha experiencia, pero el mercado laboral está fatal y yo solo quiero trabajar y sacar a mi familia adelante", confesó Angeles al medio 20minutos.es. También contó que desde el despido acude al establecimiento todos los días a pedir la reincorpoación. Por otro lado, Patricia acaba de unirse a esta reclamación, ya que ha estado ingresada con parálisis nerviosa tras lo sucedido, afirma Francisco Cuevas, de CNT.

Cuevas cree que "esto no ha sido más que una excusa que estaba buscando la empresa para echarlas, es una práctica muy habitual en Mercadona, que tiene récord de sentencias por mobbing".

Este martes las dos afecatdas han tenido un encuentro con su abogado que les comunicó que Mercadona les ofrece 2000 euros menos de liquidación, una indemnización por despido improcedente y limpieza de historial, de acuerdo a información difundida por 20minutos.es a cambio de que dejen de ir a la puerta a protestar ubicado en la avenida Puerta del Sur de Jerez de la Frontera.

No obstante, las dos mujeres no están conformes ya que lo que desean es la readmisión que ven muy complicada. Temen no encontrar otro empleo por la situación laboral actual.